Pollo al albariño
Este plato es una nueva rebelión que he tenido contra la dictadura de lo dietéticamente correcto. Tras llevar días comiendo muy sano y evitando las grasas animales, ayer recaí en ellas como un vulgar adicto al crack que vuelve a su fumadero.
Tenía una especie de coq-au-vin a la gallega entre manos, es decir, un pollo cocinado con vino albariño pero al estilo tradicional francés. Entonces una receta que vi en la aplicación para iPhone de Epicurious me llevó a la perdición, al sugerirme que terminara el plato con un golpe final de créme fraîche. Dudé, pregunté en Twitter a ver qué hacía, y las malas influencias me empujaron a cometer este atentado contra mis arterias.
Eso sí, la salsa de este pollo me supo a auténtica gloria, y creo que es de las mejores que he hecho en mucho tiempo. No soy nada aficionado a usar mucha nata en la comida, pero el puntito agrio de la crème, más el sabor del pollo de corral y el puerro, más el olor del albariño, más el toque ácido final del limón pudieron con todos y cada uno de mis prejuicios. Y disfruté tanto que es imposible que algo así hiciera daño a mi salud.
Dificultad: Tirada.
Ingredientes
Para 4 personas
- 1,5 kg. de mulsos y contramuslos de pollo, a poder ser de corral
- 300 ml. de un vino albariño decente
- 2 puerros grandes
- 4 zanahorias medianas
- 1 cebolla pequeña (o media grande)
- 150 gr. de créme fraîche
- 20 gr. de mantequilla
- 1 cucharada de perejil picado
- 1 limón
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta negra