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Postre de cerezas, yogur y piñones

Mikel López Iturriaga

Foto: Ainhoa Gomà

No sé si decir que su sabor te recuerda al de una chuchería es la mejor tarjeta de presentación para un postre, pero esto es exactamente lo que sentí al tomar este invento hecho de cerezas, yogur y piñones garrapiñados. Tuve un flashback a la infancia que me retrotrajo a los días del Kojak, mi chupachús favorito de todos los tiempos por su genuinamente falso gusto a cereza y por el chicle que guardaba en su interior.

Claro que se trata de una versión mucho más natural y refinada de aquel sabor, o más bien justo lo que el químicos que crearon el Kojak trataban de imitar. Las claves de esta adaptación mediterránea de un clásico fool británico son la corta cocción de las cerezas, que respeta su textura y su frescura natural potenciando sus cualidades, y el contraste con el yogur y los piñones crujientes.

Es tirada de preparar, y la única pesadez es la de despepitar las cerezas. Ahora bien, se puede tener tranquilamente todo hecho con antelación, así que resulta ideal para soprender a tus invitados sin despeinarte medio pelo, en plan Bree Van de Camp o Isabel Preysler con los Ferrero-Rocher. Eso sí, hay que darse prisa porque la temporada de las cerezas toca a su fin (si no se encuentran buenas, se puede probar con otras frutas como la nectarina, la ciruela, la grosella o los arándanos) .

Dificultad: Para divas que no se ensucian en la cocina.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 400 gr. de cerezas gruesas bien carnosas (si no, aumentar la cantidad a 500 o 600 gr.)
  • 4 yogures griegos (1/2 kilo aprox.)
  • 100 gr. de piñones
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 limón
  • Azúcar

Instrucciones

1.
Precalentar el horno a 200 grados.
2.
Mezclar los piñones con la miel en un bol, y extenderlos sobre una bandeja de horno con un tapete de silicona (en su defecto, papel de horno pintado con aceite o mantequilla derretida puede funcionar). Hornear unos 5 minutos aproximadamente, hasta que se pongan dorados, vigilando que no se quemen. Sacar y dejar enfriar.
3.
Despepitar las cerezas con una herramienta para ello o con un cuchillo. Ponerlas en un cazo a fuego medio con una cucharada de azúcar, otra de zumo de limón y dos de agua. Tenerlas unos cuatro minutos hirviendo moviendo de vez en cuando, y sacarlas a un bol con una espumadera. Enfriarlas lo antes posible para cortar la cocción, poniéndolas sobre agua con hielo y metiéndolas después tapadas en la nevera. Dejar reduciendo el líquido un par de minutos más hasta que se forme un almíbar ligero. Dejar enfriar.
4.
Endulzar el yogur con un par de cucharadas de azúcar. Añadirle la mitad del almíbar y darle dos o tres vueltas con la cuchara, sin mezclar del todo para que se vean trazas de blanco y granate.
5.
En vasos individuales o en una fuente, disponer capas de yogur y de cerezas, acabando con estas últimas y un chorrito de almíbar. Hasta aquí se puede hacer con antelación, guardándolo en la nevera filmado.
6.
Justo antes de servir, decorar con trozos de los piñones garrapiñados.

Nota de la Defensora del Cocinero: Si no quieres encender el horno para tostar los piñones, puedes hacerlo en una sartén. El mismísimo Mikel Iturriaga aprueba esta práctica alternativa; no temas la furia comidista si decides hacerlo.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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