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Prueba del algodón: la 'freidora' sin aceite Phillips AirFryer

Mikel López Iturriaga

Los responsables de la promoción del AirFryer tuvieron la amabilidad de mandarme uno para probarlo hace unos días (quede constancia de que lo he devuelto, así que los 200 eurazos que cuesta la máquina no han influido en la elaboración de esta entrada). De primeras, hay algo que se agradece: el trasto no ocupa mucho y, milagro, sólo tiene dos mandos: uno para la temperatura y otro para el tiempo. Vamos, que hasta una persona mentalmente perjudicada como yo puede usarlo sin necesidad de estar una hora leyendo las instrucciones. Una pequeña pega es que para encender y apagar no queda otra que usar el temporizador, ya que no tiene una posición "manual" como la que es habitual en los hornos.

Philips airfryer 2
Philips airfryer 2

Como no podía ser de otra forma, mi primer experimento tuvo como protagonista a la reina del frito: la patata. Siguiendo las indicaciones del folleto, las lavé, sequé y embadurné con media cucharada de aceite, y después las puse en la cesta metálica que se introduce dentro del aparato. Tras una cocción de unos 20 minutos, en la que éste no soltó ningún tipo de olor a comida -gran tanto a favor frente a las freidoras-, las patatas estaban hechas y tenían bastante buen aspecto. De sabor no estaban mal, aunque recordaban más a las asadas que a las fritas: no tenían ni el exterior crujiente ni, lógicamente, el delicioso gusto a aceite que tienen estas últimas.

Supongo que como opción menos calórica para personas con tendencia al engorde pueden funcionar. Pero llamar a lo que sale de esta máquina "patatas fritas" me parece cuando menos arriesgado. No seré yo quien niegue sus bondades para la salud... pero la ausencia de ese gran conductor de sabores que es el aceite hace que resulten un tanto tristonas. Imagino que las patatas congeladas de bolsa, que ya incorporan algo de grasa en su composición, quedarán mejor, pero como soy miembro de una secta que las prohíbe por ser un invento de Satanás no lo he podido comprobar.

El segundo experimento lo llevé a cabo con unas croquetas de carne y pollo. Siendo sincero, no las había hecho yo, sino que las compré listas para freír en una carnicería del mercado. En poco más de 10 minutos en la máquina estaban doradas y duritas por fuera. Resultaron mucho mejor que las patatas: crujientes, en absoluto grasientas y bastante más ligeras que las fritas. Una vez más, no sabían igual por la falta de aceitillo... pero superaron la prueba con notable alto.

Para el tercer experimento elegí algo un poco más elaborado: unas patitas de pollo que tuve unas horas marinando con zatar (una mezcla de especias árabe que me encanta), copos de guindilla roja, pimienta y una cucharadita de aceite. Siguiendo las indicaciones del folleto del AirFryer, las cociné 10 minutos a 200 grados y otros 10 a 150. Para mi gusto habrían necesitado un poco más de tiempo, pero estaban jugosas y bastante sabrosas.

Aunque no superó en ningún caso la peste del pollo frito en aceite, durante la cocción salió bastante más olor que con las croquetas y las patatas. Con la grasa del animal el cacharro se quedó hecho un asco, pero por suerte la parte donde se cocina el alimento es bastante cómoda de limpiar.

Pollo airfryer
Pollo airfryer

El AirFryer lleva un libro con 30 recetas, todas con bastante buena pinta, sencillas, sanas y entre mediterráneas y asiáticas. Claro que para hacer algunas, como el brownie, el pastel de carne o la quiche de salmón necesitas fuentes pequeñas que quepan en el cesto del aparato, y los platos deben de salir en versión mini. De cualquier forma, las recetas están bien como orientación para probar otras fórmulas a partir de ellas, y así sacar el máximo partido al invento.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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