Pinchos de pollo con salsa de tomate y frutos secos
Las recetas ni se crean ni se destruyen, se transforman. Lo que en mi mente iban a ser unas brochetas estilo indonesio con salsa satay, acabaron viajando a Europa y convirtiéndose en un invento medio provenzal, medio catalán. El cambio fue forzado por las circunstancias y la disponibilidad de ingredientes -no estaba en Barcelona, sino en el Empordà-, y aunque el plato se ejecutó un poco a la remanguillé, como decía mi madre, quedó sorprendentemente bueno.
El pollo en sí no tiene más misterio que el de ponerle unas hierbas, aunque se notará y mucho si el animal es de corral y no de granja estilo campo de concentración. La salsa está lejanamente inspirada en el romesco, aunque es mucho más rápida y yo diría que veraniega al no requerir calor. El subidón se lo dan las pimientas así que nada de prescindir de ellas, aunque si no encontráis la de Espelette podéis utilizar pimentón.
Dificultad: Para androides de primera generación.
Ingredientes
Para 4 personas
- 1 kilo de pechugas de pollo
- 1 tomate grande muy maduro o 2 pequeños
- 150 g de cóctel de frutos secos (almendras, avellanas, cacahuetes, pasas, arándanos...)
- 2 cucharadas de hierbas secas de Provenza (o la mezcla que te apetezca)
- 1 cucharadita rasa de pimienta de Espelette o pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de pimienta de Cayena
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal