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StreetXo, la versión callejera de un 'tres estrellas'

La tarjeta de StreetXO sobre la mesa de mi casa. / EL COMIDISTA
La tarjeta de StreetXO sobre la mesa de mi casa. / EL COMIDISTA
Mikel López Iturriaga

Suenen las trompetas y las fanfarrias: Madrid tiene por fin un restaurante merecedor de las tres estrellas de la Guía Michelin. Pero yo no voy a hablar de DiverXo, que de alta cocina sabe mil veces más el crítico gastronómico de este periódico, José Carlos Capel. En El Comidista, que es más de andar por casa en zapatillas de paño y bata de boatiné, encaja mejor StreetXo, el local (relativamente) barato del hombre de moda de la gastronomía española, David Muñoz.

Esta barra callejera -en espíritu, porque está en la planta 9ª de El Corte Inglés de Callao- mantiene los principios fundacionales de la cocina de Muñoz: fuerte influencia asiática unida a elementos tradicionales españoles y el refinamiento propio de la vanguardia. Casualidades de la vida, este mismo lunes, dos días antes de que el chef de 34 33 años se hiciera con la calificación más preciada de la restauración mundial, fui a comer allí. Era la segunda vez que iba, y creo que me impactó tanto como la primera, días después de la inaguración.

Como espacio, StreetXo lo tiene todo para horrorizarme. Hay que comer de pie salvo que pilles alguna de las pocas banquetas disponibles. La música suena a todo volumen. Los cubiertos son de plástico, por lo que más te vale saber usar los palillos. Y no hay más vajilla que unos papeles encerados. Pero toda esa incomodidad empieza a diluirse en cuanto te fijas en el trabajo / espectáculo de danza culinaria que los cocineros llevan a cabo delante de tus narices, y desaparece definitivamente nada más probar el primer plato.

El pollo a la brasa marinado en chiles dulces, con un fantástico sabor ahumado y una jugosidad dificilísima de alcanzar en una pechuga, llega acompañado de una ensalada de naranja, olivada y especias. El tataki a la brasa de pez mantequilla es ese pescado que venido de otra dimensión para darte placer. Las gambas x gambas x gambas x gambas x gambas exploran con imaginación las posibilidades de, sorpresa, las gambas. Y el sandwich club se transforma aquí en una especie de bollo al vapor de estilo chino relleno de cerdo, ricota, mayonesa de hierbas, chile y ajo y huevo frito de codorniz con picante japonés.

Streetxo4
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Ahora bien, no fueron esos mis platos favoritos del StreetXo. Lo que habría comido sin interrupción en los próximos dos años habría sido el tuétano con cococha de bacalao a la brasa y los dumplings. El primero une cocina vasca y coreana para crear algo inexplicablemente coherente. Y el segundo es, sin más, la pura perfección: unas empanadillas chinas con la mejor oreja crujiente que he tomado en mi vida acompañadas de salsa hoisin (la del pato pekinés) pero de fresa, alioli y unas rodajitas de pepinillo.

Streetxo3
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Streetxo
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Los dos 'greatest hits'. / EL COMIDISTA

Lo lógico sería pensar que David (o Dabiz, como se autodenomina en Twitter) está concentrado en su restaurante de primer nivel, que es DiverXo, y que sólo pisa StreetXo de ciento en viento. Pues no. Si este garito funciona tan bien es por dos motivos: el primero, porque su jefe está allí casi todos los domingos y los lunes, y no se le caen los anillos por ponerse a cocinar. El segundo, porque cuando no está él tiene un equipo de cocineros de total confianza capitaneados por Rafa Ferreyra, un señor supervitaminado que te toma nota, te explica todo y que, cuando llega a casa, se debe de derrumbar como un edificio en ruinas de toda la energía que ha gastado en el día.

Tras la concesión de la tercera estrella a DiverXo, la gran pregunta es: ¿qué va a hacer ahora el señor de pelo mohicano? El lunes le pregunté si se iba a Londres. Me dijo que lo único seguro es que abría allí StreetXo en local de 400 metros cuadrados en el pijísimo barrio de Mayfair, y que después llegaría Singapur, destino natural de un cocinero tan marcado por la cocina asiática. También me explicó las claves de su éxito. "Ir a mi bola y tocar sartén". Es decir, no dejarse influir por lo que dictaba la moda ni la crítica, y no olvidar que el cocinero, por muchos ajos en los que esté metido, no puede dejar de mancharse arrimándose a los fogones. "La cocina es como un músculo", asegura. "Si no lo ejercitas, pierde fuerza".

Lo que ha conseguido este treintañero madrileño con sus dos restaurantes sólo lo logran los afortunados, los genios y los que trabajan 15 horas al día. No sé si él pertenecerá a los dos primeros grupos humanos, pero al tercero, seguro. Lo único que puedo reprocharle es que no haya mantenido en la carta el cocido Hong-Kong-Madrid, una de las cosas que más me gustaron en mi primera visita. Pero todo lo demás es digno de aplauso, incluida la ausencia de prebendas: de igual forma que en DiverXo no se cuela ni Emilio Botín, en StreetXopaga todo hijo de vecino, sea periodista, bloguero, famoso, grande de España o familiar del mismísimo David.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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