Ponche caliente de ron y manzana
Hace ya casi cuatro años que Jaime Riesco está, siempre sonriente, al frente de la cocina vista del Picnic Restaurant del Born barcelonés. Sus huevos Benedict, los tomates verdes fritos, el pulled pork sandwich, las tortitas de coco y en definitiva, todos los deliciosos platos del brunch que sirven el finde han hecho más por las resacas de los barceloneses –nativos, de visita o de adopción– que la Fórmula Uno y la invención del Ibuprofeno juntos.
Pero además de quitarte un clavo, en Picnic también puedes conseguirte uno, si te aficionas a sus informales –muchos de ellos se sirven en tarros de conservas– y adictivísimos cócteles (el chipotle Blooy Mary y la michelada que sirven son auténtica felicidad líquida). En una de mis últimas visitas, la noche de Thanksgiving, en la que me puse gocho a delicias, tuve la suerte de probar este ponche. Su mayor virtud es también su mayor peligro: prácticamente no sabe a alcohol.
Ingredientes
Para 6 tazas
- Un litro de zumo de manzana
- Una manzana muy ácida sin corazón cortada en láminas finas
- Una taza y media de ron blanco
- Una cucharada de zumo de naranja natural
- Dos clavos de olor
- Dos palos de canela + uno por vaso para adornar
- Cuatro vainas de anís estrellado
Preparación
1. Calentar el zumo de manzana junto con la canela, el clavo y el anís para que coja sabor. Dejar reposar 15 minutos.
2. Mezclar con el ron, la manzana y el zumo de naranja. Servir al momento, adornando cada vaso o taza con una rama de canela.