Mejillones rápidos al curry rojo
Me pone un poco de los nervios que mucha gente identifique "comida rápida" con "comida chunga". Es decir, con yatecomos, pizzas congeladas o patatas fritas de Burger King como las que le traen los extraterrestres a Mario Vaquerizo (dicho sea de paso, las probé el otro día, y doy fe de que no son comida humana). Hay un montón de platos sencillos que se preparan en menos de media hora y que son deliciosos, reconfortantes y, sobre todo, sanos. Y que hasta el cocinero más megatorpe podría preparar sin problemas.
Moluscos como los mejillones o los berberechos son, en este sentido, especialmente agradecidos. Su tiempo de cocción es mínimo -es más, si los sobrecueces comerás chicle-, y basta con hacerles cualquier aliño resultón para que produzcan oleadas de placer. Si el género es de primera, incluso solos están buenos, o a lo sumo con un chorrito de vino blanco o de un buen aceite de oliva. Basta con echarlos a la cazuela o a la sartén calientes, tapar, esperar dos o tres minutos, y listo.
Los mejillones se llevan muy bien con productos asiáticos como el curry, la leche de coco, el cilantro o la lima. Para el plato de hoy, los combinamos con dos de ellos y añadimos el fastuoso sabor a frutos secos de la mantequilla tostada, en una receta que no puede ser más para monguers. Hay dos claves, eso sí, para que salga bien: que la mantequilla no se te queme (¡fuego mínimo!), y que los moluscos en cuestión sean de roca, pequeños y lo más frescos posible.
Dificultad: Un mejillón grande podría prepararla, si tuviera manos y fuera caníbal.
Ingredientes
Para 4 personas, como aperitivo
- 600 g de mejillones pequeños de roca
- 1 lima
- 1 cucharadita de curry rojo en polvo (en su defecto, usar el normal)
- 1 cucharada de mantequilla