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Arroz con leche de coco, piña y papaya

  Arroz con/sin leche / MIREIA RODRIGUEZ
Arroz con/sin leche / MIREIA RODRIGUEZ

El descubrimiento de este postre/merienda/desayuno significará un antes y un después para los intolerantes a la lactosa o alérgicos a la proteina de vaca que se han pasado la vida mirando con cara de corderín degollado como el resto de la familia se ponía ciega a ese arroz con leche que preparan el 95% de las abuelas del país. La cremosidad de este dulce de inspiración tailandesa no le va a la zaga a la versión española, de sabor también va sobrado, y a nivel de calorías y satisfacción guarripé también deben estar ahí-ahí, así que podemos decir que es una versión vegana (con leche de coco) y más fresca, porque lleva algo de fruta, del mismo.

Se prepara con arroz glutinoso, muy usado en la cocina asiática para preparar postres servidos al plato o en forma de bolas o pastelillos endulzados y aromatizados con frutas como el mango, la banana o el coco. También es la materia prima con la que se elabora el mochi, el dulce japonés tradicional por excelencia, que se sirve en las celebraciones de Año Nuevo y con el que parece ser que cada año doblan la servilleta definitivamente unos cuantos nipones.

Esta versión lleva un poco menos de arroz y azúcar que la original, porque lo prefiero menos empapuzante y un poco más jugosito. La receta tailandesa es casi una pastuflis pegajosa que produce en el paladar occidental un efecto parecido al de los postres chinos: el de ser cualquier cosa menos un postre. Si no tenéis arroz glutinoso al alcance –aunque lo venden en tiendas de alimentación oriental y en muchos supermercados–, podéis usar arroz bomba previamente remojado en un vaso de agua, diluir la leche de coco con más agua (diría que para esta cantidad necesitaréis unos 750 ml de líquido, así que 550 ml) y prepararlo como si fuera un arroz con leche tradicional.

Si os apetece, podéis rematarlo con algún fruto seco picado, sésamo tostado o garrapiñado, un poco de menta picada o un toquecito de piel de lima rallada justo en el momento de llevarlo a la mesa.

Dificultad: Es fácil, pero un pelín laborioso.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 150 g de arroz glutinoso
  • 200 ml de leche de coco para postres
  • 75 g de azúcar moreno o panela (o blanco, o miel)
  • 200 g de piña (sin piel ni tronco)
  • 200 g de papaya sin piel ni semillas
  • Nueces, ralladura de lima, menta o sésamo para servir

Instrucciones

1.
Remojar el arroz en abundante agua fría durante 12 horas, escurrir y lavar con la ayuda de un colador fino para eliminar el almidón sobrante. Cocinar al vapor sobre un colador metálico durante unos 45 minutos, dejándolo reposar tapado después durante 15 minutos para que termine la cocción.
2.
En un cazo cocer a fuego lento la leche de coco con el azúcar moreno, la panela, el azúcar o la miel y un pellizco de sal, removiendo a menudo para que no se pegue. Mezclar la crema aún caliente con el arroz, remover bien y dejar entibiar.
3.
Añadir la fruta cortada –no muy grande, para que se pueda coger con la cuchara– y servir templado o frío (a mí me gusta bien frío, a poder ser que haya dormido en la nevera). Se puede rematar con alguno de los toppings que hemos propuesto antes.

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