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Ensalada de alcachofas, naranja y quinua

La quinua no se ve mucho pero está por ahí. / EL COMIDISTA
La quinua no se ve mucho pero está por ahí. / EL COMIDISTA
Mikel López Iturriaga

Si eres de esas personas ociosas, desnortadas y tarambanas que leen a diario El Comidista, quizá te hayas dado cuenta de que mis platillos de los últimos tiempos tienden a usar ingredientes de lo más comunes. Hállome muy sensibilizado con el equivalente gastronómico de "la señora de Cuenca", esa figura mítica que siempre se evoca en el mundo de la televisión para explicar que un programa o una serie la debe entender todo el mundo (y que tanto daño ha hecho a nuestra tele, como bien contó Alberto Rey en su blog). Por eso, siempre desde una perspectiva española -intentar abarcar otros países sería una tarea hercúlea, y además desnaturalizaría el blog- me empeño en que mis platos los pueda hacer cualquiera, viva donde viva.

Las personas que escribimos sobre comida y residimos en grandes ciudades nos olvidamos con demasiada frecuencia de la gente que habita en pueblos o urbes más pequeñas, donde encontrar shiitakes, achiote o haba tonka puede ser una aventura que ni las de Willy Fog.Por eso defiendo la accesibilidad a ultranza. Sin embargo, tampoco creo que haya que ponerse demasiado integrista con este asunto. De vez en cuando, está bien introducir algún producto más o menos exótico, ofreciendo siempre alguna alternativa para aquellas personas a las que les resulte imposible conseguirlo.

La receta de hoy no lleva un ingrediente rarillo. Lleva tres. Pero no entremos en pánico: en muchos lugares no son difíciles de cazar, y todos son sencillísimos de sustituir. El primero es la quinua, el famoso pseudocereal andino que ya se encuentra en un montón de tiendas y supermercados. El segundo, la naranja sanguina, una variedad que estaba semidesaparecida pero que, por razones que se me escapan, ahora está disponible en un montón de sitios en Barcelona. El tercero es la chirivía, pariente de la zanahoria de delicioso sabor dulce, cuyo consumo era muy habitual en el pasado pero que fue arrinconado por la omnipresente patata.

¿Planes B? En vez de quinua, usar arroz blanco o integral, cuscús o bulgur. Cambiar la naranja sanguina por naranja vulgaris. Y reemplazar la chirivía por una mezcla de zanahoria y nabo. Así de fácil.

Dificultad

Monguers in the morning.

Ingredientes

Para 4 personas

Preparación

1. Precalentar el horno a 200º (las alcachofas y las chirivías también se pueden hacer en el microondas si se prefiere).

2. Mezclar el pimentón con dos cucharadas de vinagre, 8 de aceite, sal y pimienta. Calentarlo ligeramente unos segundos en el microondas o un minuto al fuego para que el pimentón impregne el aliño de su aroma -se trata sólo de templarlo; no debe burbujear ni hervir-, y dejar que se enfríe tapado.

3. Poner las alcachofas y las chirivías enteras sin pelar en una bandeja de horno, y hornear unos 45 minutos o hasta que estén tiernas por dentro. Dejar que se enfríen.

4. Pelar las alcachofas desechando las hojas exteriores -3 o 4 capas- y cortando después las puntas. Cortar también los tallos, que se pueden pelar y picar o desechar. Cortar los corazones en 4 u 8 trozos, dependiendo del tamaño de las alcachofas.

5. Pelar las chirivías y picarlas en daditos.

6. Cocer la quinua siguiendo las instrucciones del paquete y dejar que se enfríe.

7. Pelar las naranjas a vivo (si no, intentar sacar los gajos lo más limpios posible).

8. Mezclar todos los ingredientes con el aliño, corregir de sal y de pimienta, y servir.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).
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