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Puerros con salsa tártara

  Simples y ricos / EL COMIDISTA
Simples y ricos / EL COMIDISTA

Muchas veces los platos más sencillos son los que más nos hacen disfrutar como comensales, e incluso rabiar y pensar "¿cómo puede ser que esto no se me haya ocurrido a mí antes?" como cocineros aficionados. Exactamente eso me pasó la primera vez que probé los puerros con salsa tártara de la Bodega Quimet, uno de nuestros centros de celebración de la vida, templo del vermut-que-se-convierte-en-comida y lugar donde ponerse ciego de bebida y comida rica a un precio muy razonable, mientras te atienden con una sonrisa.

Estos puerros son tan fáciles de hacer que casi no sé si me atrevo a decir que son una receta, pero están tan buenos que vale la pena arriesgarme a que me acusen de perezosa a dejaros sin la posibilidad de hacerlos en casa. Su única complicación radica en hacer una mayonesa casera –ya sabéis que si utilizáis una de bote Cersei Lannister se pone contenta, mueren gatitos y a Mikel le puede dar un perreque muy serio– y encontrar unos puerros no demasiado gruesos, para que después no nos encontremos con un festival de la fibra en cada bocado.

Por lo demás es una receta buena, bonita y barata, en la que los puerros se pueden preparar con antelación –se toman a temperatura ambiente o un pelín más fríos, como más os gusten– y la salsa en el último momento (como todas las salsas con base de huevo crudo, es importante recordarlo). Si vais a preparar menos de las 6 raciones que indicamos, podéis probar este truco para hacer mayonesa con un batidor de leche y huevos de codorniz. Por lo que cuesta uno de esos aparatitos, ahorraréis bastante aceite el resto de vuestra vida y, aún más importante, evitaréis tirar comida o consumir cantidades industriales de mayonesa por no hacer precisamente eso.

Si queréis convertir esta tapa, aperitivo o primer plato ligero en algo con un poco más de enjundia podéis ponerle algo de bonito desmigado a la salsa, rallarles otro huevo duro -por ración- encima, envolver parte de los puerros en trozos de salmón ahumado o unas lonchas de jamón también ahumado cortado finito. Y, ahora que lo pienso, cualquiera de estas posibilidades podría convertirse en un bocadillo tremendo dentro de un pan de coca o cristal (sin que sirva de precedente y porque uno demasiado contundente espanzurraría el contenido al primer mordisco).

Dificultad: La de hacer la mayonesa.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 8 puerros no demasiado gruesos
  • 200 g de mayonesa (la receta aquí)
  • 60 g de pepinillos
  • 60 g de alcaparras
  • 60 g de cebolleta
  • 1 cucharadita de mostaza de Dijon
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de perejil picado
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Aceite de oliva virgen extra

Instrucciones

1.
Quitar la capa exterior, la parte verde del tallo y la raíz a los puerros. Cortar cada uno en dos trozos (o en tres si son muy largos, lo ideal es servir cuatro o cinco trozos de unos 12 centímetros). Hacerlos al vapor –en una vaporera, una cesta o un colador sin tocar el agua– durante unos 15 minutos.
2.
Mientras se enfrían, picar fina la cebolleta, las alcaparras y el pepinillo. Hacer el huevo duro para que en el momento de incorporarlo a la salsa esté a temperatura ambiente.
3.
Justo antes de servir hacer la mayonesa y mezclarla con los encurtidos y la cebolleta picados, el huevo duro rallado fino, el perejil y la mostaza de Dijon. Emplatar los puerros con un chorrito de aceite por encima, sal, pimienta y un par de cucharadas de salsa. Servir inmediatamente.

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