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Pulpo con verduras al horno

Unos dados de patata cocida salteada y un puré cremoso de boniato son la base de un juego de texturas en el que también participan la cebolla y el pimiento. Todos ganan (pulpo incluido).

Los tubérculos y el pulpo, una historia de amor.
Los tubérculos y el pulpo, una historia de amor.MÒNICA ESCUDERO

Llenar el horno de verduras una vez a la semana y cocinarlas es parte importante de la alimentación de mi familia (durante los meses en los que no te da un patatús de calor solo pensarlo, claro). Patatas, cebollas, remolachas, zanahorias, brócolis, chirivías y cualquier hortaliza o tubérculo de temporada susceptible de asarse pasan a convertirse en la base de purés, ensaladas o platos calientes. Y así, solas o acompañadas de huevos, pescado o carne, van desfilando durante unos días, aportando color y sabor al menú diario.

Hace un par de semanas, justo cuando terminaba de sacar una de esas orgías vegetales del horno, recibí uno de esos mensajes que hacen que quedarse a trabajar en casa durante un megapuente infantil –un saludo desde aquí a los que escogen los días de libre disposición de las escuelas– tenga más sentido. Mi amigo Iñaki, cocinero del restaurante ÀBaC al que ya conocéis de ayudarme a poner la comida bonita y descubrir técnicas de alta cocina, tenía el día libre, algo de pulpo cocido y ganas de vernos.

Decidimos trabajar los tubérculos en dos texturas y dejar las otras verduras casi tal cual, y el resultado fue la pera: el punto dulce del boniato y el pimiento, el crujiente suave de la cebolla, la patata salteada… todo estaba allí para hacerle la ola al pulpo. Aunque este año los pimientos están bastante bien todavía, si en vuestra zona ya son de porexpán podéis obviarlos y poner un poco más de cebolla.

Recordad acabar de llenar el horno con más verduras –probad a asar puerros sin pelar, o media col o brócoli envueltos en papel de plata tipo papillote– para más comidas felices. El ajo entero asado también sirve desde para un plato de pasta hasta para untarse en pan, con unas anchoas o aceitunas. Para decorar usamos unos hilos de chili de Ingredissimo (según Iñaki, “pelos de chile”, que suena mucho más fino), pero son tan poco necesarios que no los pongo en los ingredientes, aunque están ricos y quedan bonitos.

Nivel de dificultad

No necesitas tener pelos de chile.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 600 g de patas de pulpo cocidas
  • 3 patatas medianas
  • 2 boniatos medianos
  • 1 pimiento
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Un tallo de cebolleta (opcional)
  • 1 cabeza de ajo entera
  • Pimenton dulce o picante
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1/4 de cucharadita de tomillo fresco o seco
  • 20 gramos de mantequilla
  • Sal

Instrucciones

1.
Asar en el horno a 200 grados las patatas envueltas en papel de plata, el boniato, la cebolla sin pelar, el pimiento y la cabeza de ajos partida por la mitad durante unos 75 minutos. Es importante ir controlando las verduras a partir de los 50 minutos, el resultado depende del tamaño y la potencia del horno.
2.
Pelar el boniato aún caliente y hacer un puré a tenedor con la mantequilla y ajo asado al gusto. Reservar.
3.
Pelar y cortar en tiras el pimiento y la cebolla.
4.
Pelar las patatas asadas –con cuidado de no quemarse–, cortarlas en dados grandes y saltearlas con los dos dientes de ajo laminados finos, un poco de tomillo seco, sal y pimentón rojo al gusto.
5.
Calentar el pulpo cortado en rodajas en una sartén tapada a fuego medio y montar el plato poniendo una base de patata y encima el pulpo, el puré de boniato en quenelles, la cebolla y el pimiento. Terminar con un poco de pimentón y, si se quiere, la parte verde de la cebolleta picada.

¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

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