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Morcicroquetas vegetarianas

Una receta a medio camino entre la morcilla y la croqueta, pero muchísimo más simple de hacer que cualquiera de las dos. Vegetariana, barata y llena de sabor.

Son morcicroquetas, pero no son ni morcillas ni croquetas. ¿Queda claro?
Son morcicroquetas, pero no son ni morcillas ni croquetas. ¿Queda claro?CARLOS ROMÁN

Van a caer palos. Lo veo venir desde aquí. Lo veo venir desde el mismo momento en el que empecé a plantearme esta receta. Es más, lo veo venir y sé por qué lo veo venir. No es, desde luego, por el hecho de pervertir el que para mí es la madre de todos los embutidos no solo españoles, sino del mundo: la morcilla. Y de paso, otro plato inmancillable –¿existe esa palabra? porque si no, debería– como las croquetas.

No, los palos me caerán, sin duda, por tirar de un arroz precocido, de vasito, para microondas, sí un arroz de esos. Y hete aquí que estoy dispuesto a aceptarlos sin despeinarme, por blasfemo, por indigno y por fan incondicional de Falsarius, el amo de las latas. Eso sí, antes de lapidarme, deja al menos que te explique que es un producto que no veo como un fin en sí mismo, sino como un medio para llegar a otros fines, como estas morcillitas.

Dicho eso, te aclaro que puedes usar cualquier otra variedad de arroz que te venga en gana —con arroz integral quedan de muerte—, así como otras especias —comino y canela, semillas de cilantro y jengibre o, por qué no, salsa de soja y tahini—, aunque con el garam masala se consigue un sabor más parecido al de la morcilla.

Además, también puedes darle un toque más jienense y añadirle una cebolla bien rehogada. Por otro lado, aunque yo las traigo en este formato, nada te impide irte por los cerros de Úbeda y preparar unas albóndigas vegetas para una salsa de tomate con curry o unas hamburguesas de quitarte el sentido. En cualquier caso, como siempre, el límite es el cielo.

Como guarnición he propuesto unos pimientos del piquillo confitados, pero también se pueden servir encima de una rebanada de pan con membrillo y queso manchego, con una mezcla de salsas para mojar (mostaza, tártara y mayonesa picante, por ejemplo) o, más a lo loco, con un par de huevos fritos y unos champiñones salteados con ajo y perejil.

Dificultad: Menor que hacer el chiste fácil con el adjetivo derivado de la palabra morcilla.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 350 g de lentejas cocidas
  • 250 g de arroz basmati precocido (2 vasitos)
  • 1 cucharadita de garam masala
  • 1 huevo
  • 4 cucharadas de pan rallado (y más para empanar)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta
  • Pimientos del piquillo confitados para acompañar

Instrucciones

1.
En un bol amplio, mezclar las lentejas bien escurridas con el arroz basmati y triturar toscamente con una batidora de brazo, a base de golpes cortos para que no quede muy fino. La idea es que las lentejas se hagan un poco puré y el arroz quede entero en la medida de lo posible.
2.
Aliñar con el garam masala, la sal y la pimienta. Añadir el huevo y el pan rallado, remover hasta que se integren, tapar con film transparente por contacto y guardar en la nevera un mínimo de media hora.
3.
Preparar un plato con un poco más de pan rallado y calentar una sartén. Sacar la masa de la nevera, coger una cucharada colmada de la misma y, con las manos mojadas, darle la forma deseada. Empanarla bien. Repetir hasta gastar toda la masa.
4.
Añadir un par de cucharadas de aceite de oliva a la sartén e ir haciendo las morcillas por tandas hasta que estén doradas por todas partes. Retirarlas a un plato y acompañarlas de pimientos del piquillo confitados.

¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

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