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Estofado de hierbas de Yoda

Receta para frikis y puristas de 'Star Wars' que quieran alimentarse con pedigrí galáctico antes de 'El despertar de la fuerza'. Está buenísima, así que tú también la puedes disfrutar aunque no sepas quién es Luke Skywalker.

"Estofado comer debes para buen Jedi ser, pequeño Pádawan".
"Estofado comer debes para buen Jedi ser, pequeño Pádawan". ANA VEGA 'BISCAYENNE'

La plana mayor de El Comidista suspira por que llegue el 18 de diciembre. Ni Navidad, ni lotería, ni elecciones ni gaitas. Lo que esperamos desde hace un porrón de meses es sentarnos en el cine a llorar de emoción mientras suenan los primeros compases de El despertar de la fuerza. ¿O acaso creíais que lo de meter un sable láser en cada revuelto de trastos era casualidad?

En los días venideros se celebrarán muchos maratones de Star Wars, y aunque lo típico es jartarse de patatas fritas y chucherías varias, los frikis auténticos desearíamos recetas genuinas con sello oficial. La inmersión galáctica total es difícil, porque aunque han aparecido varios libros de recetas inspiradas por las películas de la saga los resultados son un poco light. Platos sencillos para hacer con niños y fotos con muñequitos que ilustran fórmulas tal que Han-burguesas, Boba Fett-ucinnis y Soda Yoda. Digamos que el vínculo temático está traído un poco por los pelos, por semejanza fonética o visual. Como ponerte unas ensaimadas en las orejas y creerte la princesa Leia, vamos. Internet está plagada de recetas starwarizadas pero la mayoría se limitan a perpetrar galletas hechas con moldes o sandías talladas a lo Estrella de la Muerte.

La culpa es de George Lucas, que pensaba poco en las necesidades físicas de los personajes y casi no sacó ninguna escena que implicara comercio o bebercio. Sí, tenemos la escena en la taberna de Mos Eisley y sabemos que los ewoks se querían comer a Luke y Han Solo, pero poco más. La única comida de verdad son unas barritas energéticas apenas vislumbradas, un batido hecho por la tía Beru en Tatooine, la leche azul de bantha bebida en botes sustraídos de una reunión de Tupperware y el pote que ofrece Yoda a Luke en El imperio contraataca. Y en ésta reside el quid de la cuestión (podéis ver la escena aquí mismo).

Parece que Luke no le va a dar una estrella Michelin.
Parece que Luke no le va a dar una estrella Michelin.STAR WARS

En su casita de las ciénagas de Dagobah, el maestro Yoda guisotea que da gusto y le da de cenar a Skywalker rootleaf stew o estofado de raíces: “¡Buena comida, buena! Raíces cocino”. A Luke no parece gustarle demasiado, pero la gracia está en que de esto sí tenemos una receta con sello de autenticidad. En 1983, la radio pública estadounidense NPR emitió una dramatización de El imperio contraataca y entre otras acciones de promoción contrató a alguien para que inventase una versión terrestre del estofado de Yoda. Para alegría de nuestro paladar friki, ese alguien fue Craig Claiborne, cocinero y crítico culinario de The New York Times del que ya se habló aquí largo y tendido.

El señor Claiborne ideó una gran receta, aunque me da a mí que no se la pensó demasiado o igual La guerra de las galaxias y sus fans lóquers se la traían al pairo, porque consiste en un guiso especiado de cordero y verduras, tremendamente bueno pero quizás no muy fiel a los ingredientes disponibles en el pantano dagobehnse. Obviando que existe una corriente de pensamiento filosófico que proclama a Yoda como ferviente vegetariano, no parece que hubiese muchos corderos disponibles por la zona.

Para hacerla un poco más canónica yo he añadido raíces (boniato y nabo) inexistentes en la receta original y unas setas. Yoda le pondría unos trozos de rana o serpiente, pero estáis en vuestro derecho como fieles fans que sois de adaptarla a vuestro gusto, agregando o quitando lo que queráis. Transformarla en versión vegana es fácil eliminando la carne y acortando el tiempo de cocción, además de aumentar la cantidad de espinacas o poniendo patata y zanahoria.

La mezcla de especias, una especie de garam masala galáctico, potenciará la Fuerza que haya en vosotros (no me habléis de midiclorianos, malditos) así que no la cambiéis demasiado. Si queréis un menú completo para acompañar las seis películas, probad a teñir leche con una miaja de infusión de lombarda o explorad la sección de recetas de la web oficial. Y que la fuerza os acompañe, pequeños pádawans.

Adaptada de la receta “Yoda´s incredible herb stew” de Craig Claiborne

Dificultad: De cocinar fácil es. Todo el trabajo la olla hace.

Ingredientes

Para unas 4 personas

  • 700 g carne de cordero cortada en cubos de unos 3 centímetros
  • 6 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolleta
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 boniato
  • 1 nabo pequeño
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 1 cucharadita de cilantro seco
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • 1/2 cucharadita de cúrcuma molida
  • 1/2 cucharadita de guindilla fresca picada o seca molida
  • 1 vaina de cardamomo
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 4 clavos de olor
  • 1 hoja de laurel
  • Un puñado de perejil picado
  • 100 g espinacas frescas
  • 200 g champiñones o setas
  • Sal
  • Pimienta

Instrucciones

1.
Calentar 3 cucharadas de aceite en una cazuela y dorar los trozos de carne previamente salpimentados. Reservar.
2.
Mezclar las especias y molerlas juntas en un molinillo o con la ayuda de un mortero.
3.
Añadir a la cazuela el resto del aceite y sofreír la cebolleta y el ajo cortados finamente. Agregar el jengibre rallado, la hoja de laurel y las especias, cuidando de que no se quemen.
4.
Cortar el boniato y el nabo en trozos de tamaño similar al de la carne y dorar ligeramente en la misma cazuela.
5.
Volver a meter dentro la carne dorada y cubrir con agua.
6.
Calentar hasta que el líquido hierva y bajar el fuego para mantener un borboteo suave durante al menos una hora o hasta que el cordero esté tierno.
7.
Cuando la carne esté casi a punto preparar los champiñones o setas, bien lavados y cortados en cuartos en una sartén aparte con un poco de aceite.
8.
Lavar y cortar las espinacas, añadir a la cazuela y dejar cocinar todo junto cinco minutos.
9.
A la hora de servir, poner los champiñones por encima y espolvorear con el perejil picado.

¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

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