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Cócteles que enamoran

Este San Valentín, ¿estás solo, bien acompañado o “es complicado”? Sea cual sea tu condición actual, tenemos un cóctel para celebrar el amor contigo. Excepto si eres abstemio, claro.

Cócteles para beber en horizontal
Cócteles para beber en horizontalMÒNICA ESCUDERO

“Me gusta beberme un martini,

como mucho me tomo dos;

tres, ruedo bajo la mesa;

cuatro, debajo de mi anfitrión”.

Qué gran verdad encierra este poema atribuido a Dorothy Parker, ¿no? Porque –con la posible excepción de los vinos espumosos– nada evoca horizontalidad como un buen cóctel. Lo sabían en las comedias del Hollywood dorado de los años treinta, lo sabían los publicitarios madmenitas de los años sesenta, lo sabían las fashion victims de Sexo en Nueva York y lo sabes tú también: un cóctel bien preparado es sexy.

En El Comidista somos mucho de creer en el amor (hasta puede que incluso hayamos ligado una o dos veces), y sabemos que éste se presenta con muchas caras distintas. Así que estés felizmente solo, o acompañado de la persona (o personas) que te complementen; o atravieses momentos menos agradables, tenemos algunas ideas para ti.

En primer lugar, cuando se habla de cocina afrodisíaca en general, y aunque parezca una perogrullada, hay que recordar que no existen fórmulas mágicas. Sí, es cierto que algunos alimentos se han ganado la fama de estimular el arco del triunfo mediante sus nutrientes, pero como suele ocurrir en estos casos, la cantidad de ellos que podamos tomar en una comida –y no digamos ya en un cóctel– no es suficiente para afectar a nuestra libido. Además, su posible efectividad amorosa suele tener más que ver con factores culturales como la forma o el color que con reacciones químicas.

Y ya que hablamos de química, pasemos a otro tema importante: el alcohol. La idea de un cóctel sanvalentinero sería bajar un poco las inhibiciones para allanar el camino. Si nos pasamos con el alcohol, lo que nos bajará será otra cosa (los párpados, ¿o en qué estabais pensando?). Así que la primera norma para preparar combinados seductores está clara: baja el volumen alcohólico o sirve sólo una copa.

Cuidado también con las decoraciones barrocas. Que oye, si has aprendido a tallar un barco vikingo en un plátano y además tienes hielo seco y fuegos artificiales para crearle una laguna, está muy bien, pero que igual distrae un poco del tema. Minimalismo y elegancia, amigos. Que sí, que hay un cóctel conocido que se llama Sex on the beach, que si las ostras tienen forma de ya-sabes-tú-qué, pero aquí lo que prima es la sutileza. Una cerecita, o una flor comestible son más que suficientes para crear un detalle sugerente. Al fin y al cabo, estamos vendiendo que nosotros somos la mejor decoración.

Hielo: sácalo de la bandeja, ponlo en una cubitera, y si el de tu casa suele ser de poca calidad, guárdalo para la escenita a lo Nueve semanas y media de después y apuesta por comprarlo ya hecho. Aunque el sentido común indicaría que una cena romántica no es el momento idóneo de poner a prueba nuestras habilidades como bartenders, si sabemos que hay una receta o un tipo de cóctel que gusta más y tenemos todo lo necesario en casa, ¿por qué no probarla? Aunque la pifiemos, dará para hacernos unas risas. Pero si somos tímidos, mejor apostar por preparaciones sencillas que nos permitan lucirnos, y que estimulen los sentidos en la dirección correcta. Te proponemos dos:

Flechazo

La idea es abrir el apetito antes de cenar(os), echando mano de iconos clásicos del romanticismo como son el color rojo y los sabores dulces y perfumados. No hace falta que decores la copa, pero unos pétalos de rosa o unas rodajas de fresa tampoco quedan mal, o unas gominolas en forma de corazón, si prefieres algo más kitsch.

Dificultad

Lo puede hacer Cupido con los ojos vendados.

Ingredientes

Para un cóctel

Preparación

  1. Enfriar todos los ingredientes y las copas en la nevera. Poner el agua de rosas dentro de un atomizador como los que se utilizan para llevar colonia en el bolso, y volver guardarlo en la nevera.
  2. Triturar las fresas, sazonándolas con dos vueltas del molinillo de pimienta. Colarlas por una estameña. Deberemos obtener 30 ml de puré.
  3. Poner el puré en el fondo de la copa, añadir el St. Germain y darle una vuelta con la cuchara imperial
  4. Acabar de llenar la copa con el cava rosado. Removerlo una sola vez con delicadeza, para no romper las burbujas y atomizar una sola vez con el agua de rosas.

iXcacao

Ixcacao era la diosa maya de, adivínalo, el cacao. Los aztecas asociaban el chocolate al dios Quetzacoatl, y tradicionalmente en México se suele servir este producto aromatizado con canela. Nosotros nos aprovecharemos de los supuestos efectos afrodisíacos de la pimienta de cayena (que no lo es per se, pero que contribuye a que segreguemos endorfinas, nos ruboricemos y se nos acelere el pulso igual que cuando estamos enamorados) y de la canela para hacer un cóctel de postre... picantón. Como sabemos que el picante no es del gusto de todo el mundo, aquí podemos omitirlo o dejarlo sólo en la decoración.

Dificultad

Podrás demostrar tus habilidades manuales escarchando el borde de la copa

Ingredientes

Para un cóctel

Preparación

  1. Disponer el azúcar, la pimienta de cayena y la canela en un plato de postre y mézclalos entre sí.
  2. En otro plato poner los primeros 15 ml de triple sec y mojar cuidadosamente el borde de cada copa, procurando que el licor no gotee.
  3. Pasar el borde por el plato con azúcar y especies para escarcharlo y poner las copas en la nevera.
  4. Enfriar un vaso mezclador con hielo, eliminar el exceso de agua. Añadir los 15 ml de triple sec restantes, el tequila, los bitters (o el Tabasco) y el licor de chocolate al vaso mezclador y remover para enfriarlo. Colar en las copas, vigilando no estropear el borde.

¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

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