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Ronda 14: Perú, Japón, China y un poco de Asturias

El peruano Mario Céspedes y la asturiana Conchi Álvarez fusionan sus cocinas en un matrimonio que, contra todo pronóstico, funciona a las mil maravillas.

Roll de mar y montaña. Langostino por dentro y carne por fuera.
Roll de mar y montaña. Langostino por dentro y carne por fuera.JORDI LUQUE

No me la cuelas. La fusión de estas cocinas se da de patadas, seguro.

Yo pensaba lo mismo. Pero los 6 años que Ronda 14 lleva abierto en Avilés me hicieron pensar que tan mal no iba a estar.

¿Pero el restaurante este no está en Madrid?

Abrieron la sucursal madrileña en septiembre de 2015, pero el primer Ronda 14 está en Astúrias. No es tan difícil de entender.

Eh, no te pongas borde. Sigo pensando que esa fusión es un churro.

Piensa lo que quieras, está muy conseguida. Mario Céspedes incorpora lo asturiano de forma muy moderada en las cocinas nikkei –mezcla japoperuana– y chifa –chinoperuana–, que ya forman parte de la tradición del Perú.

Tiradito de corvina sobre crema de ají panca. Para tirárselo.
Tiradito de corvina sobre crema de ají panca. Para tirárselo.JORDI LUQUE

No sé…

Yo comí un tiradito de corvina que estuvo fetén, lo sirven sobre una crema de ají que merece un desmayo.

El maki de atún picante tuvo un único defecto: la escasez (esa ración, por favor).

Me dejó ojiplático el niguiri de ternera wagyu con cabrales, un bocado tremendo, atómico, diría yo. Para imponer el bable en las escuelas de toda Europa. Cuando leí la carta no daba un duro por él, pero la combinación es magnífica.

Las gyoza, criolla y de anticucho, son un festival. La criolla, rellena de manitas de cerdo bien jugosas y refrescada con hierbabuena, al estilo de un nem, estuvo tremenda.

Una gyoza criolla terriblemente buena
Una gyoza criolla terriblemente buenaJORDI LUQUE

Espera, ¿qué es el anticucho?

El anticucho es corazón de ternera, marinado y cocido a la brasa. Casquería, vaya.

Ya veo que comiste a dos carrillos.

También es digno de mención el roll de mar y montaña, un uramaki largo de langostino y carne roja cortada como carpaccio y decorado con patatas fritas estilo paja.

¿Hubo algo regulín reguleras?

No me puso igual de berraco la carrillera asturiana. Que sí, estaba melosa. Que sí, tenía la gracia del arroz aderezado al estilo chifa. Pero no, no fue el plato más vibrante.

Los postres tampoco me terminaron de convencer. Les faltaba intensidad. Comí una tarta de queso con sabor algo tímido y galletones demasiado grandes y un postre llamado Pasión Coco –mousse de coco rellena de coulis de fruta de la pasión que simula un coco partido– de meritorio emplatado, pero corto de sabor.

Es más bonito de lo que parece, pero no muy sabroso
Es más bonito de lo que parece, pero no muy sabrosoJORDI LUQUE

Pecados veniales. Seguro que te pusiste exquisito y no hubo para tanto. ¿Qué tal andan de vinos.

La carta de vinos está muy bien armada. Tienen referencias bien curiosas de toda España y parte del extranjero. Yo bebí un Tokaji seco –vino blanco húngaro– que aguantó muy bien toda la comida.

¿Y el precio?

Espera que miro el extracto bancario… Ya.

Me salió a cuarenta y dos euros, pero me di un homenaje. Si comes y bebes como una pesona normal, la cosa puede bajar tranquilamente a treinta lereles.

Lo probaré a pesar de tu recomendación.

Qué ocurrente, oye.

Ronda 14. Calle General Oráa, 25. Madrid. Tel. 9141 11 730. Mapa.

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