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Codornices guisadas en leche de coco

Si solo se te ocurre preparar estas aves en escabeche, este guiso cremoso, sabroso y con patatas para aplastar en la salsa te abrirá todo un universo de posibilidades.

No es un escabeche, no es un curry, es una maravilla
No es un escabeche, no es un curry, es una maravillaSTOMAKO

Estábamos pensando algún guiso con codornices y la cosa se ponía difícil, porque nos venían a la cabeza los típicos escabeches pero teníamos ganas de hacer algo diferente. La verdad es que la gente joven no cocinamos habitualmente esta ave tan enana –dejadnos vivir felices en la Casa de la Piruleta pensando que somos jóvenes–, así que preguntamos a nuestras madres por sus recetas míticas de codornices escabechadas.

Como se parecían mucho a otras que ya habíamos visto por aquí, decidimos tomar otra ruta e investigar por nuestra cuenta (de todas maneras, ¡gracias por la receta, madre!). Había que tener en cuenta que las cocciones no pueden ser ni muy agresivas ni muy largas, por lo que nos decantamos por el típico chup chup de puchero lento, con un sellado y dorado previo de la carne para que los jugos se queden donde deben.

Para estofar tiramos de leche de coco, que igual hace años era exótica e imposible de encontrar en tiendas, pero ahora la venden en infinidad de sitios y hasta los más tradicionales se han rendido a los encantos. También usaremos hierbabuena y jengibre, dos ingredientes que se llevan de maravilla con esta cremosa base.

Decidle a vuestro pollero o pollera que os deje los bichos limpios por dentro y que los abra: si los compráis ya en una bandeja y os toca hacerlo en casa va a ser mucho más complicado, mejor que manipulen las aves los que saben de ello. Las patatas que usemos tienen que ser realmente muy pequeñas, por dos razones: primero, quedan más monas –teniendo en cuenta el tamaño del ‘pollo’–; y segundo, porque si son muy grandes no se cocerán a la misma velocidad que la codorniz.

Aviso a navegantes: si lo que te mola es un chuletón de kilo y el pescado sin espinas, te has equivocado de receta. Es muy gustosa, pero hay que currárselo con los huesecillos y el rechupeteo, mancharse las manos, beberse el caldo con cuchara y rebañar hasta la última gota: un buen pedazo de pan de hogaza a la vera del plato ayuda bastante en estos menesteres.

Dificultad: Si no te recuerda al pollito que tenías de pequeño, es facilísima.

Ingredientes

Para 2 personas

  • 2 codornices limpias abiertas por la mitad
  • 1 cebolla blanca
  • 1 zanahoria
  • 8 patatas mini
  • 1 pizca de romero
  • 1 pizca de tomillo
  • 1 trozo de jengibre del tamaño de un diente de ajo
  • 200 ml de leche de coco
  • 100 ml de vino blanco seco
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negrac
  • Hojas pequeñas de hierbabuena para emplatar

Instrucciones

1.
Salpimentar las codornices y dorarlas en una cazuela con aceite muy caliente. Primero una y luego la otra, para que la cazuela no pierda calor. Retirar y reservar.
2.
En la misma cazuela poner la cebolla cortada en juliana y remover a fuego fuerte. Añadir el vino blanco para desglasar la cazuela a continuación.
3.
Añadir las patatas y remover. Tapar la cazuela y cocer a fuego medio durante 2 minutos.
4.
Añadir las codornices, la zanahoria cortada en bastones, las especias, el jengibre pelado y laminado y la leche de coco. Tapar la cazuela y dejar cocer a fuego suave durante 15 minutos.
5.
Dejar reposar el guiso cinco minutos tapado antes de servir, con las hojitas de hierbabuena por encima.

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