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RÖSTI DE PATATA Y ZANAHORIa con requesón

Unas tortitas de origen suizo algo aligeradas gracias a la mezcla de patata y zanahoria. En lugar de freírlas en manteca, las hacemos a la sartén con un poco de aceite: todo el sabor, menos empapuce.

Crunchi por fuera, tierno por dentro
Crunchi por fuera, tierno por dentroSTOMAKO

Más que un plato en sí, hoy traemos un acompañamiento diferente, algo que nos parece especialmente necesario en un país en el que no fardamos mucho de ellos: en los menús del día de media península no pasamos de la patata frita, el arroz blanco o la tríada lechuga-tomate-cebolla cuando se busca una versión más ligera.

Nuestra propuesta proviene de la fría Suiza y originariamente se freía en manteca, pero como vamos de sanotes hemos hecho una versión más mediterránea con aceite de oliva. Es perfecto para servir con carnes asadas y pescados, pero no queremos cortarle las alas a nadie -empezando por nosotros mismos-: tiene tantas posibilidades que incluso lo podemos convertir en un aperitivo resultón con un poco de mató o requesón.

¿De qué va la cosa? Para los más facilones sería una especie de tortilla de patata sin huevo. Tiene una preparación un poco laboriosa que requiere de algo de tiempo, como casi todo lo bueno. Hay gente que lo prepara al horno y otra que lo fríe en aceite: nosotros vamos por un término medio en el que lo haremos prácticamente a la plancha (concretamente, en sartén con muy poco aceite).

En esta ocasión hemos optado por usar la misma proporción de zanahoria que de patata, pero también se puede añadir calabaza o calabacín por ejemplo. Es importante dejar escurrir el exceso de agua antes de dorarlos en la sartén para que no queden blandengues. Para que todo esto salga fetén y no tengamos un amasijo es imprescindible una buena sartén antiadherente, avisamos.

Dificultad: Hay que tener algo de maña con los fogones y la sartén, pero nada del otro mundo.

Ingredientes

Para 10 rostis

  • 2 patatas grandes
  • 3 zanahorias
  • Aceite de oliva
  • 1 lima
  • 1 tallo de cebolleta
  • 200 g de mató o requesón
  • Sal
  • Pimienta negra

Instrucciones

1.
Pelar la patata y frotar las zanahorias con un estropajo limpio. Rallarlas sobre un colador, añadir sal y remover. Dejar reposar durante unos minutos para que vayan perdiendo agua.
2.
Con las manos, darles forma redondeada a los rostis y ponerlos en una sartén precalentada con un par de cucharadas de aceite de oliva. Aplastar ligeramente con la ayuda de una espátula.
3.
Dorar a fuego lento hasta que quede crujiente por fuera y cocinado por dentro, lo que llevará unos 4 o 5 minutos por lado. Añadir un poco más de aceite en cada ronda de rostis.
4.
En un cuenco poner el queso junto con un poco de sal, pimienta negra y un chorro de zumo de lima. Remover con un tenedor. Emplatar las tortitas con la salsa enmedio, todo decorado con unas rodajitas de tallo de cebolleta.

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