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Pizza de burrata y salsa de tomate al vino tinto

No hay nada tan básico como una pizza Margarita, pero también puede ser una auténtica delicia si te lo curras con los ingredientes. Pocos, pero bien escogidos: ahí va la esencia de la cocina italiana.

Burrata que te crío
Burrata que te críoSTOMAKO

Tenemos que confesar que nunca antes habíamos puesto las manos en la masa para hacer una base de pizza. Conformismo o pereza aguda, llamadlo X. Pero no volverá a suceder, ya que el post del maestro de las masas Ibán Yarza ha supuesto un antes y un después en nuestra vida pizzera. Tomando como punto de partida la clase magistral de la UBM de Ibán os proponemos una Margarita, la versión más básica de la pizza, que puede ser a la vez la más refinada si te curras una salsa de tomate y la elección del queso.

Esta versión os servirá como punto de partida para otras creaciones más tuneadas, pero tal cual ya es una gozada: una masa esponjosa, salsa de tomate potenciada con un toque de vino y una cremosa burrata italiana como aporte láctico/fundente. Así de simple: una buena masa, un buen tomate y un buen queso. No hace falta más para disfrutar de la esencia de la pizza.

Nosotros compramos burrata italiana en Can Luc, en Barcelona. La quesería de Luc Talbordet es una parada obligatoria para los amantes del buen queso y la buena mesa. Es una pasada la variedad de la que dispone, el conocimiento del producto y la amabilidad con la que nos asesora cada vez que nos asomamos por su pequeño local en el barrio de Gràcia.

Si no encontráis auténtica burrata italiana tenemos una alternativa. Primero, aseguraos que no tenéis ningún italiano cerca (si eres italiano y estás leyendo esto; cierra los ojos, tararea algo y salta de párrafo). La burrata y la mozzarella, aunque bien diferentes, tienen en común que ambos son quesos de pasta hilada. La diferencia abismal radica en que el primero es de pasta hilada rellena de crema de leche de vaca –stracciatella– y el segundo es todo pasta hilada de leche de búfala.

Si encontrarla se os antoja más complicado que capturar a Togetic en Pokemon GO, os proponemos coger una mozzarella de buena calidad, deshilacharla con las manos, mezclarla con un par de cucharadas de mascarpone y una pizca de sal. Es el mayor sacrilegio jamás perpetrado en nombre de esta delicatessen, pero el resultado es bastante satisfactorio.

Si os sabe a poco una combinación tan “básica y vulgar” podéis añadir unas lonchas de paletilla ibérica o bien unas tiras de panceta ahumada y un poco de aceite con guindilla un par de minutos antes de sacar la pizza del horno.

Ingredientes

Para 4 personas

Para la masa

  • 350 g de harina de fuerza
  • 240 g de agua mineral
  • 3 g de levadura fresca
  • 7 g de sal

Para la salsa

  • 400 g de tomate de colgar o tomacó
  • Un manojo de albahaca fresca (reservar unas hojas para decorar)
  • 5 cl de vino tinto
  • 1 cucharadita de azúcar moreno
  • 1/2 de cucharadita de sal

Para servir

  • 1 burrata italiana de 160 g (o 1 bola de mozzarella fresca de 100 gr deshilachada y 2 cucharadas de mascarpone)

Instrucciones

1.
Diluir la levadura fresca en el agua junto con la sal en un bol. Añadir la harina poco a poco, mezclando con una espátula o cucharada de madera. Tapar con un trapo y dejar reposar durante 10 minutos.
2.
Estirar la masa con las manos dentro del mismo bol y doblarla sobre si misma. Dejar reposar tapada durante 15 minutos.
3.
Cubrir el bol con film y dejar fermentar en nevera un mínimo de 24 horas.
4.
Partir los tomates por la mitad, sin pelar. Poner los tomates, el vino, el azúcar y la sal en cazo, a fuego medio, vigilando que no se queme y hasta conseguir una consistencia parecida a una salsa. Rectificar la acidez con más azúcar. Añadir la albahaca cortada finamente y reservar.
5.
Espolvorear un poco de harina sobre una superficie lisa. Poner la masa sobre la superficie y con la ayuda de un rodillo estirar la masa hasta conseguir la forma deseada.
6.
Precalentar el horno a máxima potencia con ventilador.
7.
Colocar la masa sobre una lámina de papel de horno, extender la salsa de tomate y disponer directamente sobre la resistencia inferior. Aproximadamente 5 minutos, hasta conseguir un tono dorado en la base sin llegar a chamuscarla.
8.
Sacar la pizza del horno y distribuir pequeñas porciones de burrata sobre la superficie de la misma. Con la posición grill, hornear durante un par de minutos a media altura.
9.
Retirar la pizza del horno, disponer las hojas de albahaca, unas gotas de aceite de oliva y pimienta recién molida.

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