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Bocadillo de chocobanana

Ya es tarde para la operación bikini. Lo sabemos, y además no creemos en ella. Por eso proponemos esta receta, que rinde culto al chocolate, la galleta y el plátano. Sin remilgos, pero también sin comerse medio kilo.

Pequeñito, pero matón
Pequeñito, pero matónSTOMAKO

Reconocemos que el que hoy nos ocupa no es un postre para comer regularmente, pero un día es un día y a todos nos gusta un buen festín dulce de vez en cuando. Este es especial para un fin de semana de esos en los que te espanzurras en el sofá y dejas que Netflix tome el mando de tu vida (porque así es en estos casos: ellos son los que nos controlan y no al revés).

Para trabajar el chocolate tendremos que derretirlo. Este paso es clave, ya que un chocolate quemado hará que nos nominen y nos expulsen de la casa del postrazo sin previo aviso. Para ello recomendamos ponerlo en una cazuelita con la nata, en el fuego más pequeño al mínimo. En cuanto empiece a derretirse un poco, retirarlo del fuego y removerlo, volviéndolo a poner al calor un momento si necesitamos más calor. También está la opción del microondas, pero hay que ser bastante prudente para que no se queme, haciendo ciclos de unos 15 segundos a potencia media y sacándolo para darle vueltas y valorar si necesita o no otra ronda.

En el caso de la mantequilla podemos usar el mismo proceso, o simplemente sacarla de la nevera un par de horas antes para que se ablande. Para determinar el grosor de la base hay que buscar un equilibrio entre poder cortarlo sin que se rompa y que no sea un mazacote, para lo que tendremos que apretarla bastante antes de congelarla y cortarla con mucho cuidado y un cuchillo bien afilado al final de la receta. Como medida perfecta de los “panes” de nuestro sandwich proponemos medio centímetro.

Puedes dejar en el congelador lo que no te comas y usarlo otro día: solo tendrás que sacar con antelación el relleno para que no esté completamente sólido y puedas esparcirlo sobre nuestra base de galleta. Sabíamos que el helado no era imprescindible, pero cuando lo probamos nos dimos cuenta de que habíamos encontrado la guinda que faltaba en esta tarta.

Dificultad: Derretir el chocolate sin quemarlo, el resto será pan comido.

Ingredientes

Para 4 personas

Para la base

  • 50 g de mantequilla salada
  • 100 g de galleta de avena tipo ‘digestive’
  • 25 g de cachuetes

Para el relleno

  • 20 g chocolate con 70% de cacao
  • 50 g chocolate con 52% de cacao
  • 100 ml de nata para montar
  • 2 plátanos maduros

Para acompañar

  • 1 bola de helado de vainilla
  • 1 cucharadita de cacahuetes picados

Instrucciones

1.
Triturar las galletas y los cacahuetes con una picadora. Añadir la mantequilla derretida y terminar de mezclar.
2.
Verter la masa en un recipiente rectangular forrado con film de cocina y aplastar con ayuda de una cuchara o una espátula hasta que tenga medio centímetro de grosor aproximadamente. Cubrir con film de cocina y meter en el congelador dos horas.
3.
Mezclar con unas varillas el chocolate fundido con la nata, y añadir el plátano cortado en trozos pequeños. Cubrir con film y meter en el congelador 1 hora.
4.
Sacar la base de galleta del congelador, retirar el film y con cuidado cortar cuadrados iguales con un cuchillo.
5.
Sacar el relleno de chocolate del congelador y montar un sandwich, que serviremos acompañado de una bola de helado de vainilla con cacahuetes picados por encima.

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