_
_
_
_
_

Sopa de dos tomates

En esta sopa, inspirada en un plato del restaurante Enigma, juntamos la dulzura del tomate rojo maduro con el toque ácido del verde. Más algunos aderezos para que todo suba.

Tomate con tomate, éxito total
Tomate con tomate, éxito totalMÒNICA ESCUDERO

Estamos en una época de tomates gloriosos de todos los tamaños, colores y texturas, así que más vale que los tomemos de todas las formas posibles antes de que se acaben y todo sean lágrimas y nostalgia. La sopa es una de las chiquicientas maneras en la que los podemos disfrutar: por aquí ya la hemos preparado así con el tomate asado con tomillo, con parmesano, con almendra y con cerezas.

La de hoy es seguramente la más sencilla de todas, pero igualmente sorprendente gracias a la diferencia de sabor entre los diferentes tomates que usaremos. Es una receta inspirada en uno de los platos del restaurante Enigma de Albert Adrià. Ellos la elaboran en invierno, separando con arte y paciencia infinitos las partes rojas y verdes de un tomate raf de calidad excepcional. Si no tenemos esa maravilla a mano, podemos utilizar otros ingredientes para potenciar las características de un par de buenos tomates rojos y verdes.

Servirlo tiene su truco, pero la sensación de notar por separado el tomate verde, ligeramente ácido y astringente, y el dulzor del rojo hace que el esfuerzo cobre sentido. Si sois de los que valoran encontrar texturas y sabores por separado -si preferís encontraros un par de cucharadas de yogur depositadas encima de una crema de verduras en lugar de mezcladas, por ejemplo-, podéis aplicar este sistema en infinidad de platos. Por ejemplo, si en una crema de espinacas y calabacín preparáis las dos por verduras separado y añadís a la segunda un par de cucharadas por ración de ricotta, requesón escurrido o vuestro queso cremoso favorito, conseguiréis un efecto similar.

Dificultad: Servirlo es lo más difícil.

Ingredientes

Para 4 personas

Para la sopa roja

  • 1 k de tomate rojo carnoso, dulce y maduro (por ejemplo, de pera)
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana
  • 1 cucharada de miel
  • 1 pizca de sal
  • Aceite de oliva suave

Para la sopa verde

  • 1 k de tomate verde de ensalada (o raf verde, si se encuentra)
  • 3 cucharadas de vinagre de jerez
  • 1 pizca de sal
  • Aceite de oliva virgen extra de sabor potente

Instrucciones

1.
Quitar el pedúnculo, la piel -hacerles una cruz en la base y escaldarlos ayuda- y las semillas de los tomates.
2.
Triturar muy bien la carne del tomate rojo con el vinagre de manzana, la miel, una pizca de sal y 2 cucharadas de aceite de oliva suave. Tiene que quedar una textura fina, sin tropezones.
3.
Triturar muy bien la carne del tomate verde con el vinagre de jerez una pizca de sal y 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de sabor fuerte (buscamos la misma textura que en el caso anterior).
4.
Enfriar las dos sopas en la nevera un par de horas.
5.
Servir la sopa roja en una taza ancha o bol y, con ayuda de una jarrita para intentar que no se mezclen, servir la verde en el centro. Poner en cada una un par de gotas del mismo aceite que hemos usado en su elaboración y servir con cuidado para que no se mezclen.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_