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Pasta con salsa de calamares

Cuando aparece la pasta en escena, un guiso rápido de calamares se convierte por arte de magia en una salsa. La 'mantecatura' y un toque de perejil fundirán sus sabores en uno solo en cuestión de segundos.

Qué buenísima está la pasta con mar y qué poco solemos prepararla
Qué buenísima está la pasta con mar y qué poco solemos prepararlaMÒNICA ESCUDERO

La pasta es una de esas cosas con las que es fácil caer en el "sota, caballo y rey". ¿Por qué? Porque con una simple salsa de tomate buena -por ejemplo, una passata cocinada cinco minutos con un poco de aceite-, queso y albahaca ya está buenísima. Así que a veces pensamos que a partir de ahí todo es liarse innecesariamente. Pero en realidad hay todo un mundo de salsas pastas por descubrir, y algunas tienen como protagonistas pescados, mariscos y moluscos.

Hoy vamos con un sugo de calamares con pasta corta, uno de esos platos en los que la salsa se hace a la vez que la pasta: ahí reside la única dificultad, en que se hagan más o menos a la vez. Las dos cosas se terminan de cocinar juntas y sus sabores se funden gracias a ese proceso mágico llamado 'mantecatura'.

La passata es la base oficial de este tipo de salsas, pero si no podéis conseguirla tampoco es un drama (a no ser que seas italiano, ahí sí lo es). Coge un buen tomate triturado y cocínalo durante unos 10 minutos a fuego medio en una olla con un poco de sal y una pizca de pimienta, pero sin aceite. Pasados esos 10 minutos, añade un chorrito de aceite, déjalo cinco minutos más y ya lo tienes listo.

Dificultad: No hay que ser el Chef del Mar.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 360 g de pasta corta (yo usé orecchiette)
  • 400 g de calamares (yo usé medianos, de unos 12 cm)
  • 300 g de passata de tomate
  • 75 ml de vino blanco seco
  • 2 dientes de ajo
  • Guindilla al gusto (opcional)
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Perejil picado

Instrucciones

1.
Limpiar los calamares y cortarlos en rodajas anchas, separando las patas y guardando el contenido de la melsa (si tienen).
2.
Llevar el agua a ebullición para poner la pasta a hervir mientras se hacen los calamares.
3.
Poner una cazuela al fuego con un chorro de aceite (después mantecaremos la pasta en ella, así que cuidado con el tamaño). Dorar a fuego el ajo picado fino, añadir los calamares y darles vueltas durante un minuto.
4.
Añadir el vino blanco y dejar evaporar dos minutos, poner la passata y la guindilla -si se quiere-, dar unas vueltas y cocinar destapado a fuego medio durante cinco minutos más. Rectificar de sal.
5.
Sacar la pasta un minuto antes de lo que indique el fabricante, escurrirla sin demasiado cuidado y pasarla a la cazuela donde tenemos la salsa. Darle vueltas a todo dos minutos y servir con perejil picado por encima.

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