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Minipizzas con queso Arzúa-Ulloa

Utilizamos queso Arzúa-Ulloa, tomate y lo que se nos ocurra porque nosotros los valemos y porque hay vida más allá -y más acá- de los quesos italianos, y deberíamos conocerla.

¿Quién necesita a la mozzarella?
¿Quién necesita a la mozzarella?MIRIAM GARCÍA
Miriam García

Por mi trabajo me paso media vida documentándome sobre recetas de cocina y técnicas; con la ubicuidad de Internet -y lo práctico y rápido que resulta-, consulto muchas webs de cocina anglosajonas, es decir, estadounidenses y británicas, que, queramos o no, tienen una influencia ya intensa en el tipo de cocina que vemos en webs y revistas gastronómicas españolas, y, por extensión, incluso en los hogares.

Una cuestión que me toca los pies, y así lo he manifestado alguna vez en mi blog, es la escasa variedad de quesos que se utilizan en dichas cocinas: parmesano, ricotta, mozzarella, cheddar, feta y poco más… Casi todos italianos, que menudos maestros del marketing son ellos, les felicito. Sin hacer de menos a los quesos de ninguna nacionalidad -que ya me veo venir a los ofendiditos-: con la de quesos maravillosos y variadísimos que tenemos en este país, puñeta. Y producto de proximidad. Pardiez. Repámpanos.

Aunque para ser exactos debería decir que lo que de verdad me toca la moral no es la escasa variedad quesera en la blogosfera anglosajona, sino que los blogueros-receteros nacionales muchas veces nos inspiramos en (copiamos) recetas de este jaez y no nos preocupamos de adaptar el queso empleado a alguna variedad propia. Nos pueden las prisas, la falta de imaginación y la ignorancia del producto autóctono. Hala, qué a gustico me he quedado; y ojo, que me incluyo en todo momento en esta tribu.

Me diréis: «pero hay quesos que no se pueden sustituir fácilmente, como un mozzarella o un parmesano…». Sin duda, pero en montañas de casos es posible usar otro queso para salir alguna vez del sota, caballo y rey, y no lo hacemos porque no tenemos suficiente conocimiento (¿un gorgonzola por un queso azul de La Peral o un picón Bejes-Tresviso? Ahí lo dejo). De modo que después de este mea culpa, afirmo que se puede hacer pizza con queso Arzúa-Ulloa, que ese es su nombre completo, un cremoso queso de leche de vaca con Denominación de Origen, elaborado en el oriente de la provincia de A Coruña y el suroeste de la de Lugo en las zonas precisamente de Arzúa y Ulloa. Fíjate tú que casualidad. La inspiración para estas minipizzas procede de un interesante recetario de Carlos D. Cidón y Enric Canut, Quesos españoles, ases en la mesa, comodines en la cocina, con quesos variados y muy buenas ideas de combinaciones y técnicas, que os recomiendo encarecidamente para ampliar vuestros horizontes queseros en la cocina.

Esta receta requiere preparar masa de pizza casera, pero si no tienes ganas o maña, usa sencillamente un buen pan plano comprado, de tamaño torta pequeña, incluso una buena galleta seca tipo cracker. Se trata de calentar el conjunto de torta, queso y el acompañamiento que elijas para que el queso se funda; la combinación del Arzúa-Ulloa con la salsa de tomate te encantará. Si quieres hacer una buena salsa de tomate casera espesa, consulta esta receta. Como acompañamiento usa un poco de jamón o lacón picadito, unos pimientos de Herbón por aquello de abundar en el producto galaico, unas anchoas en conserva de calidad… lo que te apetezca. Si pones anchoas u otra conserva de pescado conviene que no las metas en el horno desde el principio; ponlas cuando saques las minipizzas para que no queden tiesas como la mojama.

Dificultad: La de hacer la masa de pizza en casa, si te pones a ello. Si no lo haces, ninguna.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 350-400 g de masa de pizza según la magnífica receta de Ibán Yarza (o comprada)
  • 350 g de queso Arzúa-Ulloa
  • Salsa de tomate espesa, casera o no
  • Tu acompañamiento favorito

Instrucciones

1.
Si hacemos la masa de pizza casera, seguir las instrucciones de la receta de Yarza, haciendo la masa el día anterior y manteniéndola en la nevera. El día de autos, dividir la masa en 5-6 tortas pequeñas, al gusto. Dejar reposar tapadas mientras cortamos, preparamos los ingredientes y calentamos el horno a 220° C - 250° C (según dé nuestro horno).
2.
Cuando el horno esté echando bombas, aderezar cada minipizza con una buena cucharada de salsa de tomate y poner sobre un papel de hornear que colocaremos directamente sobre la solera del horno (a no ser que sea de gas). Contar 5 minutos o dejar hasta que se inflen.
3.
Otro método, copiado de Heston Blumenthal, que puedes utilizar si tienes una piedra de horno o una sartén de hierro es el siguiente: colocar piedra/sartén sobre una bandeja del horno, próxima al grill del horno; conectar este a tope (solo el grill) y calentar la piedra o la sartén hasta que estén echando bombas. Es más rápido y económico (se calienta mucho antes que el horno completo) y va fetén para masas de pequeño tamaño como estas. Eso sí, hay que estar atento porque las masas se cocerán más rápido que usando el calor de la solera del horno.
4.
Sacar las minipizzas con cuidado cuando hayan subido pero aún no estén tostadas y colocar encima de cada pizza una rebanadita del queso Arzúa-Ulloa, coronada con el acompañamiento elegido (siempre que no sean anchoas, como he comentado antes). Devolver al horno y cocer unos minutos -hay que vigilarlas 3-5 minutos- hasta que el queso se haya fundido.
5.
Llevar a la mesa y servir calentitas con el queso recién fundido.

14 QUESOS NACIONALES QUE VALE LA PENA CONOCER (Y COMBINAR BIEN)

Nos encantan la burrata, el brie y el gouda pero en España también hay quesos estupendísimos. Majorero, Cabrales o de tetilla son solo algunos de los catorce quesos nacionales que deberíamos apreciar. Y probar.

Sobre la firma

Miriam García
Química y traductora de inglés de formación, gastrónoma por pasión desde el 2013. Divulgadora gastronómica y fotógrafa para marcas de alimentación o medios como El Comidista y 'Bon Viveur', profesora de cocina en la Escuela Alambique de Madrid, recetea en su blog 'El invitado de invierno' y en donde le lleve el viento, gastronómicamente hablando.

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