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‘Batch cooking’ de noviembre: cocinar una tarde para comer toda la semana

¿Organizar el menú semanal te quita el sueño y de lunes a viernes no tienes tiempo? Aquí tienes un montón de ideas de platos sencillos y sabrosos para cuatro personas que se preparan en una sola tarde.

La sopa es siempre la mejor cena
La sopa es siempre la mejor cenaMÒNICA ESCUDERO

Ya es noviembre y estamos en pleno otoño, pero no parece que esa información afecte a las temperaturas de gran parte del país, que siguen coqueteando con el verano y haciéndose las suecas. A pesar de eso, los frutos insignia de la temporada colorean los mostradores de naranja, verde y varios tonos de marrón, listos para ayudarte a cumplir de la manera más sabrosa el desafío de cocinar una tarde para poder vivir de rentas el resto de la semana.

Si crees que el otoño es la mejor estación para cocinar, estás de suerte porque en el batchcooking de hoy vamos a celebrar la temporada con boniatos, setas y calabaza. Además, en este menú tenemos legumbres y otras proteínas de calidad como huevos, pescado azul, marisco, —el congelado es perfectamente válido— cereales integrales y un montón de verdura asada con aliños sabrosos.

Todo lo que puede congelarse, descongelarse y quedar igual de bien es mejor para comerlo a final de semana, priorizando cosas como las ensaladas o los platos con patata asada para el principio de la semana. El bacalao debería comerse lo más cerca posible del momento en el que se cocina -por ejemplo, en la comida del lunes- o congelarlo una vez cocinado. El salteado de champiñones, cebolla y calabacín que tomaremos en tortilla y con judías es tremendamente versátil: puedes triturarlo con un poco de sofrito de tomate y convertirlo en una salsa para pasta, o hacerlo con unos garbanzos, un poco de zumo de limón, aceite y tus hierbas o especias favoritas y tendrás un untable vegetal muy resultón.

Seguimos sin incluir los desayunos, meriendas o picoteos en la organización semanal, ya que estos no necesariamente se cocinan. De nuevo recomendamos dejar algunos de los básicos —en cada casa son diferentes— preparados en una bandeja dentro de la nevera para no tener que pensar demasiado de buena mañana cuando aún se te está solidificando el cerebro. Yogur, leche o bebida vegetal con copos de avena para tomar fría o caliente, queso fresco, caquis, saronis, granada ya pelada en tarritos, chirimoyas, mandarinas o uvas, además de botecitos o bolsitas con frutos secos y chocolate con 70% de cacao o algo de hummus -hay cuatro raciones extra que no están incluidas en ninguna comida-, que son de lo más agradecidos en estas situaciones.

Cenas

Comidas

Preparación

  1. Al llegar de la compra, congelar la caballa fileteada y limpia (si no la vamos a consumir ese día o al siguiente).
  2. Encender el horno a 180 grados y repartir en una o dos bandejas tres boniatos medianos, 16 zanahorias cortadas a lo largo con un chorrito de aceite, sal y pimienta, ocho tomates de pera y dos bulbos de hinojo -cortados por la mitad y en una fuente más pequeña, aliñados con un poco de aceite y hierbas al gusto-, dos calabazas violín cortadas a lo largo (unos 750 g cada una), 12 patatas nuevas medianas y tres cebollas. Pasados unos 15 minutos, dar unas vueltas a las zanahorias y a los tomates. 15 minutos después, darles otra vuelta. Pasados 10 minutos más, mirar si los tomates, el hinojo y las zanahorias están listos y, si lo están, retirarlos. Las patatas, cebollas y boniatos pueden tardar alrededor de una hora y las calabazas un poco más. Como siempre, el tiempo concreto depende del tamaño de las verduras y la potencia real del horno, así que lo mejor es vigilarlo de vez en cuando mientras hacemos otras cosas.
  3. Mientras, cortar dos pepinos, cuatro zanahorias y un pimiento en palitos. Estas crudités en un tarro o bolsa de silicona bien cerrada aguantarán bien tres días en la nevera: en ese momento habrá que repetir el proceso con el resto para acompañar el hummus de aguacate el resto de la semana.
  4. Al sacar las verduras del horno, aliñar los tomates de pera y el hinojo aún bien calientes con un poco de aceite, ralladura de limón y albahaca picada -o hierbas al gusto-, sal y pimienta.
  5. Poner en el vaso de la batidora 800 gramos de garbanzos cocidos, 12 tomates secos hidratados, cuatro cucharadas de tahini -o al gusto-, un diente de ajo, el zumo de un limón, un poco de sal y cuatro cucharadas de agua helada (se puede usar la de hidratar los tomates, o algo de su aceite, si vienen conservados así). Triturar hasta conseguir una pasta fina: el hummus de tomate seco ya está listo.
  6. Lavar el vaso y la batidora y poner 100 g de almendras tostadas y peladas, un buen puñado de hojas de albahaca, 60 ml de aceite de oliva y 60 g de parmesano o algún queso duro (previamente troceado para ayudar a la máquina). Triturar en golpes cortos hasta que la salsa quede triturada pero todavía se note la textura del queso y el fruto seco: el pesto de almendras está listo (puedes añadirle un chorro de zumo de limón).
  7. En una olla con un chorrito de aceite, dorar 6 cebollas picadas con un poco de sal y un chorro de aceite. Cuando esté dorada, retirar la mitad y añadir al resto 1,2 kg de tomate triturado o troceado -puede ser de bote o lata, de buena calidad-, sal y un poco más de aceite. Cocinar a fuego medio hasta conseguir un sofrito ligero.
  8. Pasar a otro recipiente una tercera parte del sofrito de tomate, añadir los lomos de bacalao y cocinar todo a fuego medio -tapado- entre seis y ocho minutos, dependiendo del grosor del pescado (está listo cuando se separa en lascas): el bacalao guisado con tomate y cebolla ya está listo.
  9. Añadir 1,2 litros de caldo a la mitad del sofrito de tomate restante. Añadir 200 g de garbanzos cocidos y levar a ebullición tres minutos: ya tenemos la base de la sopa de tomate, fideos, huevo y garbanzos. La noche que vayamos a tomarla, llevar a ebullición, añadir 120 gramos de fideos cabello de ángel, cascar cuatro huevos y cocinar todo tres minutos.
  10. Añadir al sofrito de tomate restante 800 ml de agua fría, 250 g de alguna variedad de lenteja que no necesite remojo, tres dientes de ajo enteros, 200 g de alcachofa limpia -puede ser congelada-, un boniato pelado y troceado y 80 g de chorizo para cocinar en taquitos. Cocer a fuego lento hasta que las lentejas estén tiernas, vigilando por si el guiso se seca y hay que añadir más agua. Las lentejas están listas.
  11. Poner en una olla un tercio de la cebolla sofrita reservada, añadir los boniatos asados, cuatro de las zanahorias asadas, 800 ml de caldo, una cucharada de pasta de curry (o curry en polvo) y 150 ml de leche de coco. Llevar a ebullición cinco minutos para que se integren los sabores y triturar hasta conseguir una textura fina: la crema de boniato y zanahoria con curry y leche de coco ya está lista.
  12. Pasar la mitad de la cebolla sofrita que queda a una cacerola y añadir los contramuslos de pollo deshuesados. Dorarlos un par de minutos por cada lado, añadir 250 ml de leche evaporada, mostaza antigua al gusto y una cucharadita de Maizena (para que el vinagre de la mostaza no desestabilice la leche). En unos 10 minutos a fuego medio tendremos listos los contramuslos de pollo guisados con leche evaporada y mostaza antigua.
  13. Añadir dos dientes de ajo picados al resto de la cebolla sofrita, y dorarlos con ella un par de minutos. Añadir 400 g de espinacas -frescas o descongeladas- y cocinarlas durante unos 5 minutos. Añadir 400 g de garbanzos cocidos, pimentón al gusto y cuatro rebanaditas de pan mojadas con un poco de vinagre. Sofreír todo con un chorrito de aceite durante unos cinco minutos. Los garbanzos con espinacas a la andaluza ya están.
  14. Pelar y laminar 8 dientes de ajo. Calentar en un cacito a fuego medio 150 ml de aceite de oliva, añadir los ajos y, cuando estén casi dorados, añadir pimentón dulce o picante al gusto. Pasados unos segundos, añadir 60 ml de vinagre (o al gusto). Aliñar ocho patatas y ocho zanahorias troceadas con esta salsa: ya tenemos las patatas y zanahorias asadas con bilbaína.
  15. Cocer en agua hirviendo cuatro huevos a temperatura ambiente durante siete minutos. Sacar y refrescar para parar la cocción.
  16. Pelar dos cebollas y cortarlas en tiras. Cortar dos calabacines pequeños en rodajas y quitar la base del pie de unos 20 champiñones y cortarlos en cuartos. Saltear la mitad de todo a fuego alegre en una sartén grande, aliñar con sal y pimienta y reservar para las tortillas, a las que añadiremos queso. Hacer lo mismo con la otra mitad, poniendo hierbas y especias al gusto. Cuando casi esté, añadir 16 langostinos pelados, darles un par de vueltas y poner 800 g de judías pintas cocidas. Saltear cinco minutos más y ya tendremos las judías pintas salteadas con champiñones, cebolla, calabacín y langostinos.

¿Quieres más ideas de 'batchcooking'? Mira los que hicimos en febrero, marzo, abril, mayo, junio y octubre.

La lista de la compra

Verdulería

4 boniatos medianos, 20 zanahorias, 8 tomates de pera, 2 bulbos de hinojo, 2 calabazas violín (deudos 750 g cada una), 12 patatas nuevas medianas, 11 cebollas, 4 pepinos, 2 pimientos, 3 limones, un manojo de albahaca, 3 cabezas de ajo, 6 alcachofas (200 g limpios, pueden ser congeladas), 400 g de espinacas (pueden ser congeladas), 2 calabacines pequeños, 20 champiñones,

Aves

8 huevos, 8 contramuslos de pollo.

Pescado

4 caballas de ración, 4 trozos de lomo de bacalao (desalado, fresco o descongelado), 16 langostinos pelados.

Lácteos

200 g de queso fresco al gusto, 60 g de parmesano, leche evaporada.

Además

100 g de almendras tostadas peladas, picatostes, aceite de oliva, 1,2 kg de tomate triturado o troceado, 1,2 l de caldo, 1,4 kg de garbanzos cocidos, 120 g de fideos de cabello de ángel, 250 g de lentejas (alguna variedad que no requiera remojo), 80 g de chorizo para cocinar, pasta de curry, leche de coco, mostaza antigua, Maizena, 12 tomates secos, tahini, pan, vinagre, pimentón, 200 g de queso fundente al gusto (para las tortillas), 800 g de judías pintas cocidas.

Más información

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