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Lentejas con setas y cebolla encurtida

Un plato de cuchara sencillo, reconfortante y que puedes preparar en menos de una hora aunque no te hayas acordado de poner ninguna legumbre a remojo. Además, es barato y apto para todos los comensales (veganos incluidos).

Delicias estofadas
Delicias estofadasMÒNICA ESCUDERO

Los guisos de legumbres que no necesitan remojo y se cocinan relativamente rápido, como las variedades más pequeñas de lenteja, son una buenísima opción que nos permite medio improvisar -digo ‘medio’ porque la cocción dura tres cuartos de hora- un plato de cuchara sano, económico, rico y reconfortante.

Además, estos platos son un lienzo en blanco sobre el que podemos usar muchísimos ingredientes, incluso algunos de aprovechamiento como restos de pollo asado, estofados, huesos de jamón o las carnes del caldo o el cocido. Pero también podemos conseguir un guiso de sabor muy potente usando solo vegetales, siempre que los doremos bien antes en un poco de aceite.

La caramelización de los azúcares, que hace que una sencilla crema de calabaza, zanahoria y cebolla previamente doradas o asadas tenga 200 veces más sabor que una en la que solo están hervidas, tiene los mismos efectos en este tipo de estofados. Para darle aún más potencia podemos añadir una cucharada de pasta de miso al agua de cocción -en este caso, no añadir sal-, o sustituir la mitad por nuestro caldo favorito.

Dificultad: Hay que ser muy patazas para que no te salgan bien (o que tus lentejas hayan hecho la primera comunión).

Ingredientes

Para 4 personas

  • 250 g de lentejas verdinas, pardinas u otra variedad que no necesite remojo, del año
  • 1 cebolla mediana
  • La parte blanca de 1 puerro
  • 2 o 4 dientes de ajo
  • 1 tomate maduro (o 3 cucharadas de salsa de tomate)
  • 200 g de setas variadas frescas (o 300 congeladas)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimentón dulce o picante, al gusto
  • ½ cebolla roja
  • Vinagre de manzana, vino blanco o jerez
  • Perejil (opcional)

Instrucciones

1.
Lavar las lentejas en un bol con abundante agua, cambiarla dos veces y escurrirlas. Reservar.
2.
En una olla con un fondo de aceite y a fuego medio, dorar la cebolla pelada y picada con un pellizco de sal. Cuando empiece a cambiar de color, añadir el puerro -eliminando las dos o tres capas exteriores- también picado.
3.
Un par de minutos después, añadir el tomate rallado y las setas frescas o descongeladas troceadas. Dar vueltas durante unos cinco minutos, o hasta que hayan perdido el agua y se pardeen (si es necesario, añadir un poco más de aceite). Como un minuto antes de que estén listas, añadir el pimentón y el ajo sin dejar de remover (si usamos salsa de tomate, añadirla ahora).
4.
Añadir aproximadamente un litro de agua a temperatura ambiente, las lentejas y un poco de sal. Llevar a ebullición durante unos 40 minutos -dependiendo de la variedad- a fuego medio-bajo y sin tapar, vigilando a partir de los 25 minutos por si hubiera que añadir algo de líquido (cuidado al removerlas a partir de este momento, podemos hacerlo con pequeños movimientos de la olla, sin meter ningún cucharón para no destrozarlas). Estarán listas cuando estén blandas, pero enteras y con una cierta resistencia al mordisco: es el momento de ajustar la sal.
5.
Cuando las lentejas estén en el fuego, pelar y picar la cebolla roja. Ponerla en un bol con un pellizco generoso de sal y unas cinco o seis cucharadas de vinagre al gusto. Servir las lentejas con una cantidad generosa de cebolla encurtida encima y, si se quiere, perejil picado.

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