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Cebollas con mantequilla y miso en tostada

Tres ingredientes bastan para preparar un acompañamiento que puede brillar tanto en una tostada como sobre un puré de patata o acompañando un pollo asado, un rosbif o salmón a la plancha.

Una delicia con mil posibilidades
Una delicia con mil posibilidadesMÒNICA ESCUDERO

Desde que hace un par de años hablamos de las bondades de la mantequilla de miso -concretamente sobre boniatos asados, pero con ideas para tomarla con pescados como el salmón-, no son pocas las personas que me han confesado su adicción a esta sabrosa combinación. No me extraña, ya que la untuosidad de la mantequilla se complementa a la perfección con el sabor profundo y salado del miso, consiguiendo un combo que funciona prácticamente en todos los escenarios culinarios.

La prueba definitiva es que el mismísimo Yotam Ottolenghi -gurú comidista por excelencia- se ha rendido a sus encantos en esta receta, que ha incluido en su nuevo libro Flavour, como siempre lleno de ideas para cocinar verduras orgásmicas con técnicas sencillas (aunque algunas nunca se te hubieran ocurrido sin su ayuda). Para prepararlas utilicé un miso que compré en Kenshô, donde también elaboran un delicioso sake y otros fermentados con arroz del Delta de l´Ebre, aunque también tienen otros productos como miso de garbanzos o salsa de soja.

Para prepararlo necesitas un horno, pero seguro que también puedes conseguir buenos resultados en una cazuela a fuego lento, tapada primero y destapada después; aunque en ese caso se perderá el detalle de los bordes tostados. Además de ponerlas sobre una tostada para tomar en un desayuno o cena -acompañada, por ejemplo, de una crema de verduras y un huevo-, puedes servir estas cebollas con pollo asado, sobre un puré de patata o boniato con huevo o salchichas o usarlas para acompañar unos fideos udon. Con las propuestas de Ottolenghi no hay fallo: vas a querer prepararlas a kilos y comerlas a cada momento.

Preparación

Si sabes pelar cebollas y salsear, sabes hacerlo.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 6 cebollas amarillas
  • 100 g de mantequilla en pomada
  • 100 g de miso
  • 1 l de agua tibia
  • Pimienta (opcional)
  • 4 rebanadas de pan de hogaza
  • Perejil (opcional)

Instrucciones

1.
Calentar el horno a 240 grados, con aire si lo tenemos. Cortar las cebollas por la mitad a lo largo, recortando un poco la parte superior pero intentando dejar la base entera para que no se separen.
2.
Batir la mantequilla, el miso y un litro de agua tibia hasta que estén perfectamente integrados.
3.
Distribuir las mitades de cebolla, con el lado cortado hacia abajo, en una bandeja de horno donde quepan sin apiñarse. Añadir la mezcla de agua, mantequilla y miso y cubrir bien con papel de aluminio. Hornear durante 35 minutos, retirar el papel de aluminio y voltear las cebollas para queden con el lado cortado hacia arriba.
4.
Salsear bien y cocinar sin tapar durante 45 minutos, mojándolas con salsa cada 10 minutos, hasta que estén muy tiernas y de color marrón oscuro. Si tu horno tiene mucha potencia, bájalo unos 20 o 30 grados.
5.
Servir sobre las rebanadas de pan tostadas, si se quiere con un poco de pimienta y perejil picado.

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