
Adopta un postre: leche merengada
Rescatamos otro refresco veraniego para hacer frente al calor. La tradicional –y un poco olvidada– leche merengada debería triunfar por su sabor a arroz con leche y su textura de espuma helada.
Rescatamos otro refresco veraniego para hacer frente al calor. La tradicional –y un poco olvidada– leche merengada debería triunfar por su sabor a arroz con leche y su textura de espuma helada.
¿Icono viejuno por excelencia o clásico contemporáneo? La tarta de galletas y chocolate, antaño estrella en las fiestas de cumpleaños infantiles, merece una nueva oportunidad.
Si los de Bilbao nacen donde quieren, las persianas -postre 100% bilbaíno- también pueden adoptarse en cualquier lugar. Dile tú que no a algo a esta maravilla hojaldrada, dulce, melosa y crujiente.
Volcán. Fluido. Culán. Lo llames como lo llames, este postre cuasi viejuno es insultantemente fácil e indecentemente bueno. El momento en el que metes la cuchara en él y lo rompes es lo más parecido al Nirvana.
La piña rellena es viejuna, sí. Y qué: eso no hace que pierda ni un ápice de molonidad y ricura. Rindamos un homenaje al postre exótico (y ochentero) por antonomasia con una versión fácil y sabrosa.
La temporada carnavalesca es el paraíso de la fritura y de los dulces sencillos pero altamente reconfortantes. Las orejas que adoptamos hoy cumplen todos y cada uno de esos requisitos. ¿Les darás un hogar?
Otro postre adoptable que necesita nuestro amor, un pastel de calabaza granadino con tanta verdura que casi no cuenta como vicio.
Pedimos a los lectores que nos mandaran los platos más viejunos de su Navidad. Nos llegó un aluvión de imágenes impagables, pero sólo podemos premiar a una.
¿Rollitos de jamón con huevo hilado? ¿Pastel de pescado? ¿Canapés variados? Mándanos fotos de los platos más anticuados, rancios y entrañables de tus comilonas navideñas y gana un lote de libros.
Un dulce de origen medieval que lo petó grandemente hace siglos y quiere volver a triunfar, demostrando que por él no pasan los años y se mantiene lozano cual mozuela.
Viajamos hasta Murcia-qué-hermosa-eres para poner en la órbita mundial un dulce sencillo, barato y sabroso. Qué más se le puede pedir a la vida.
100% viejuna y 100% casera, la estrella de la cocina ochentera vuelve siempre con el calor, igual que Verano Azul.
Recuperamos unos pasteles madrileños de principios del siglo pasado. Porque los postres en peligro de extinción nos dan casi la misma pena que las ballenas, los linces o los abejarucos.
Investigación profunda sobre los motivos que llevan a los rusos a emplatar como si hubieran tomado drogas.