
La pasta con dos ingredientes que se hizo leyenda
Esta receta solo necesitó mantequilla y queso parmesano para triunfar en América desde su Roma original. Una embarazada desganada fue la inspiración, y un joven cocinero, el responsable.
Esta receta solo necesitó mantequilla y queso parmesano para triunfar en América desde su Roma original. Una embarazada desganada fue la inspiración, y un joven cocinero, el responsable.
Gracias a la magia de la nata y la gelatina podemos montar esta tarta sin pasar por el horno. La receta se puede adaptar a frutas tropicales o de verano, como el mango o el melocotón.
Los 'whoopie pies' están a medio camino entre la galleta y el brownie. Su relleno de crema sustituye al malvavisco original, omnipresente en los recetarios del siglo XIX pero empalagoso para el paladar actual.
Usamos tinta para dar color a unos fideos finos que tostamos previamente en la sartén y rematamos en el horno. La técnica, además, cocinará los gambones en su punto justo.
La cuestión del relleno es la segunda guerra más disputada por detrás del con o sin cebolla. Para sus detractores y seguidores traemos este artículo, bien relleno de glosas a este genial tipo de tortillas.
Si te ha sobrado cordero en estas fiestas, no lo tires: puedes aprovechar la carne para el relleno del strudel. Sí, es un postre, pero con esta receta se convierte en un entrante muy resultón.
En otoño tenemos a nuestra disposición productos de temporada tan deliciosos como las setas o las coles. En la receta de hoy les sacamos provecho para hacer un plato de lo más otoñal.
Jugosos trozos de rape, gracias a un marinado previo en limón, con un crujiente rebozado a la romana, un aperitivo asturiano tradicional del que podríamos comernos un cubo.
Con el otoño, además del frío y la lluvia, llegan los platos con consistencia y de mucho chup-chup. Guisotes de los de hacer en cantidad para guardarlos en el congelador y disfrutar de ellos cuando queramos.
Aunque tiene un aspecto muy profesional, preparar esta tarta es tan sencillo como hacer una buena base de galleta y rellenarla con mousse de chocolate. La jugada se remata con unas castañas confitadas otoñales.
Tiras de calamar con un rebozado crujiente, muy tiernas en su interior y con el punto justo de sal: el único secreto para que esta receta salga bien es que los ingredientes sean de buena calidad.
Este clásico asturiano parecido a una albóndiga se prepara con la carne del bonito más pegada a las espinas. Se cocina en una salsa de tomate durante un tiempo limitado para que quede jugosa.
Un rebozado crujiente envolviendo langostinos, que podrían ser ostras, gambas, pollo o pescado, una salsa sabrosa y un montón de hortalizas para refrescar, todo dentro de un bollo de pan blanco estilo baguette.
La clásica ensaladilla rusa también tiene su versión oriental, con jamón en lugar de atún o bonito, su clásica mayonesa dulce y trozos de pepino para refrescar el conjunto. El resultado es adictivo.
Lo de saborear hielo aromatizado con frutas viene de hace miles de años. Y es que es casi instintivo: en cuanto aprieta el calor, nada mejor que un buen helado hecho con alguna fruta de temporada.
Uno de los pescados más veraniegos, la caballa, se une en esta receta con la salsa cantonesa por excelencia: la agridulce. Aquí te explicamos cómo prepararla en casa añadiéndole además un toque de melocotón.
Un clásico de la cocina para celebrar la temporada de los chipirones de la Ría, que solo necesita un buen sofrito, tiempo y chup-chup para quedar espectacular y podemos acompañar de arroz blanco o patatas fritas en daditos.
La leyenda cuenta que un pastelero creó esta tarta inspirándose en una bailarina rusa. Aunque no sea cierta, este postre está muy rico y lo puedes acompañar también de chocolate, crema de limón o dulce de leche.
Si durante el confinamiento te hiciste con una despensa de resistencia y no has terminado con ella, es momento de abrir la despensa, ver qué latas tenemos y ser creativos al respecto.
Hacer quesadillas con tortillas compradas es fácil, pero ahora que pasas más tiempo en casa, ¿por qué no disfrutar con unas elaboradas con tus propias manitas? Sólo necesitarás harina, agua y aceite.
Estos dulces, de herencia árabe y típicos de algunas regiones de España, viajaron hasta Argentina y allí les dieron un toque personal: ponerlos en forma de emparedado y añadirles su tan querido dulce de leche.
Pocas cosas hay más sencillas y ricas en la cocina que abrir un panecillo, rellenarlo y meterlo en el horno; en este caso va con dos productos de las Islas Baleares.
La fritura en tempura, típica de la gastronomía japonesa, tiene sus propios trucos para conseguir el punto ideal. Te enseñamos las claves para que tus vegetales queden ligeros y crujientes.
Le damos una vuelta al clásico asturiano cambiando la ternera por solomillo de cerdo, el pan rallado por panko para un extra de crujiente y el sabroso toque del queso ahumado y el piquillo.
¿Quién quiere unas natillas industriales de supermercado pudiendo cocinar la versión definitiva y casera con una receta sencillísima? La respuesta es evidente: nadie.
Preparamos uno de los platos más representativos de la gastronomía de Singapur, cambiando el cangrejo real por las nécoras nacionales pero manteniendo la sabrosa salsa que le da sentido a todo.
Con un resto de turrón puedes hacer una vinagreta con un punto dulce perfecta para arreglar unas hojas de invierno como las endivias y unas uvas, todo acompañado de un poco de salmón ahumado.
Casi desconocidas en España, son una de las empanadas argentinas más populares. Su relleno es un guiso andino cuyo ingrediente principal es el maíz, y que en nuestra receta se refuerza con bechamel y mozzarella.
La flor más sabrosa de la temporada ofrece infinitas versiones aptas para vestir la mesa durante las fiestas. Hoy os proponemos tres que os harán quedar como Reyes Magos con un presupuesto de portal de Belén.
El muffin es el primo jugoso de la magdalena, gracias a una composición que incluye una mayor cantidad de ingredientes húmedos. Celebremos el otoño con esta versión de calabaza asada y una mezcla de especias alegre.
Una ensalada tibia que combina diferentes coles cocinadas al punto con un aliño alegre, picatostes caseros, albahaca y una cebolla morada que pierde fuerza al combinarse con las verduras calientes.