Los 'hot cross buns' son típicos del Viernes Santo en el Reino Unido, pero se puedan disfrutar igual el resto del año. En nuestra versión, las pasas desaparecen para dejar paso a las muy primaverales fresas.
Esta receta nació en una pequeña taberna de la isla japonesa de Kyushu. El pollo queda jugosísimo después de freírlo, y lleva como acompañamiento una salsa de rábano picante.
La 'pasta con le sarde' fue la más humilde y popular de Sicilia. Nuestra versión se separa del original porque viene enriquecida con espárragos verdes y un sofrito de tomate y zanahoria.
El verde lo pone una sencilla salsa de espinacas y perejil. El sabor, un caldo rápido de pescado, y el toque final, una caballa a la plancha. Invitados especiales: el limón, el puerro y el queso.
Una preparación tradicional de la Albufera que solía prepararse con anguila estofada durante largo tiempo con un refrito de ajo y pimentón, pero puede aplicarse a otros pescados y cocciones mucho más cortas.
Si te ha sobrado cordero en estas fiestas, no lo tires: puedes aprovechar la carne para el relleno del strudel. Sí, es un postre, pero con esta receta se convierte en un entrante muy resultón.
La versión malaya del curry combina una potente mezcla de especias con la untuosidad de la leche de coco y la frescura del lemongrass. Un caldo hecho con las cabezas cáscaras potencia el sabor a marisco.
Un contramuslo tierno y aromático, acompañado de diferentes tipos de chiles, un poco de pimiento rojo para endulzar y tallo de cebolleta que refresca el conjunto: sacar el wok nunca tuvo mayor recompensa.
Una menestra con verduras de temporada cocinadas al punto es una auténtica delicia a la que antaño, en las zonas de pastoreo, se le añadía un poco de carne de cordero para dar más contundencia al plato.
Seguramente los ñoquis son la pasta más sencilla de preparar en casa, y hechos a mano están a años luz de los industriales. Con una sencilla salsa a base de pera y queso azul tendrán el éxito asegurado.
Esta receta solo necesitó mantequilla y queso parmesano para triunfar en América desde su Roma original. Una embarazada desganada fue la inspiración, y un joven cocinero, el responsable.
Los 'whoopie pies' están a medio camino entre la galleta y el brownie. Su relleno de crema sustituye al malvavisco original, omnipresente en los recetarios del siglo XIX pero empalagoso para el paladar actual.
La cuestión del relleno es la segunda guerra más disputada por detrás del con o sin cebolla. Para sus detractores y seguidores traemos este artículo, bien relleno de glosas a este genial tipo de tortillas.
Gracias a la magia de la nata y la gelatina podemos montar esta tarta sin pasar por el horno. La receta se puede adaptar a frutas tropicales o de verano, como el mango o el melocotón.
Usamos tinta para dar color a unos fideos finos que tostamos previamente en la sartén y rematamos en el horno. La técnica, además, cocinará los gambones en su punto justo.
En otoño tenemos a nuestra disposición productos de temporada tan deliciosos como las setas o las coles. En la receta de hoy les sacamos provecho para hacer un plato de lo más otoñal.
Jugosos trozos de rape, gracias a un marinado previo en limón, con un crujiente rebozado a la romana, un aperitivo asturiano tradicional del que podríamos comernos un cubo.
Con el otoño, además del frío y la lluvia, llegan los platos con consistencia y de mucho chup-chup. Guisotes de los de hacer en cantidad para guardarlos en el congelador y disfrutar de ellos cuando queramos.
Aunque tiene un aspecto muy profesional, preparar esta tarta es tan sencillo como hacer una buena base de galleta y rellenarla con mousse de chocolate. La jugada se remata con unas castañas confitadas otoñales.
Tiras de calamar con un rebozado crujiente, muy tiernas en su interior y con el punto justo de sal: el único secreto para que esta receta salga bien es que los ingredientes sean de buena calidad.
Este clásico asturiano parecido a una albóndiga se prepara con la carne del bonito más pegada a las espinas. Se cocina en una salsa de tomate durante un tiempo limitado para que quede jugosa.
Un rebozado crujiente envolviendo langostinos, una salsa sabrosa y un montón de hortalizas para refrescar, todo dentro de un bollo de pan blanco estilo baguette.
La clásica ensaladilla rusa también tiene su versión oriental, con jamón en lugar de atún o bonito, su clásica mayonesa dulce y trozos de pepino para refrescar el conjunto. El resultado es adictivo.
Uno de los pescados más veraniegos, la caballa, se une en esta receta con la salsa cantonesa por excelencia: la agridulce. Aquí te explicamos cómo prepararla en casa añadiéndole además un toque de melocotón.
Lo de saborear hielo aromatizado con frutas viene de hace miles de años. Y es que es casi instintivo: en cuanto aprieta el calor, nada mejor que un buen helado hecho con alguna fruta de temporada.
Un clásico de la cocina para celebrar la temporada de los chipirones de la Ría, que solo necesita un buen sofrito, tiempo y chup-chup para quedar espectacular y podemos acompañar de arroz blanco o patatas fritas en daditos.
La leyenda cuenta que un pastelero creó esta tarta inspirándose en una bailarina rusa. Aunque no sea cierta, este postre está muy rico y lo puedes acompañar también de chocolate, crema de limón o dulce de leche.