
Crema de calabaza y alubias
Una buena manera de integrar legumbres en la dieta de los más reticentes. Al triturarlas no solo darán textura a esta crema, sino que además se volverán más fáciles de digerir.
Una buena manera de integrar legumbres en la dieta de los más reticentes. Al triturarlas no solo darán textura a esta crema, sino que además se volverán más fáciles de digerir.
Una receta muy sencilla que se puede preparar con anticipación e incluso congelar, apta incluso para los cocineros más principiantes -y sin fogones- que juega con la técnica del trampantojo.
El 'pollastre rostit amb prunes i pinyons' es uno de los platos clásicos en las casas de Cataluña cuando llega la Navidad. Y no, este asado no se prepara en el horno: se hace en una cazuela.
Si no has tenido tiempo de pensar platos para Nochebuena, te proponemos varias elaboraciones tan simples de preparar como ideales para estas fiestas. Aunque hacerlas las tienes que hacer tú.
Sí, sabemos que el Wellington es un plato relleno de carnaca, pero hoy hemos querido hacer una versión con setas, boniatos y castañas. Cocina de invierno que abraza el vegetarianismo.
En las zonas vínicolas de España, esta masa de pan enriquecida sirve para envolver un relleno muy dulce: uvas bien maduras. Lo mejor de este receta es que no hace falta ser muy panadero para que te salga bien.
Tuneamos un flan de huevo casero con uno de los productos estrella del otoño: las castañas. En esta receta utilizamos una crema o puré sin endulzar para darle ese característico sabor a este casi jetapostre.
El célebre chef Escoffier introdujo esta empanada en Francia a principios del XX, y se hizo tan popular que muchos piensan que es originaria de allí. Pero no, nació en Rusia, donde se rellena con carne, pescado o champiñones.
Como algunos comprobaron en el confinamiento, hacer pan en casa puede ser muy sencillo. Hoy lo volvemos a demostrar con una receta en la que ni siquiera te tienes que dejar los bíceps.
Esta receta tradicional de la cocina española, con siglos de historia, consiste en guisar carne de ave, conejo o vacuno en una salsa elaborada con su propio jugo, azafrán, yema de huevo duro o crudo y almendra molida. Nada más.
Este untable dulce y ácido elaborado con huevos, limón, azúcar y mantequilla no puede faltar en las reuniones de té británicas. En esta receta te enseñamos a hacerlo en microondas y en placa sin necesidad de tener el B2.
En Francia esta elaboración no tiene por qué ser dulce ni para la merienda: de hecho la versión con sal es muy popular en las cenas de picoteo. Lleva una base de harina, huevos, mantequilla o aceite, y los tropezones que quieras.
Esta tarta salada elaborada con hojaldre o masa quebrada es un recurso genial para dar salida a ese pollo que no se usó al final o a esas verduras que están ya un poco pochas.
Una preparación a base de arroz suelto y aromático, de sabor potente gracias al caldo en el que se cocina. Lo acompañamos con hortalizas y marisco para obtener un plato que puede funcionar como único.
Esta receta es magnífica para las parrilladas del verano: junta unas brochetas de pollo adobado o marinado con hummus y unas hortalizas que puedes variar a tu gusto. Un rico combinado que da muy poca pereza preparar.
Una nueva entrega de nuestra serie veraniega de cenas sabrosas y ricas con poco esfuerzo, esta vez sin encender ni siquiera un fogón para una máxima frescura.
Si hay dos ingredientes que encarnan esta estación son el melón y el tomate. En esta receta los tomamos juntos y acompañados de otros dos ingredientes perfectos para ensalada: jamón y burrata.
El plato recoge los jugos marisqueros de ambos bichos, las gambas y las almejas, por lo que es preceptivo preparar un buen pan para no dejar ni una gota de salsa en la fuente. Avisados estáis.
En esta receta bañamos un buen taco de este pescado de temporada con lima, aceite, pimienta y jengibre, lo pasamos por la plancha y lo acompañamos de tallarines y verdura al wok.
Esta versión veraniega del clásico dulce inglés es uno de los postres más fáciles e indoloros que puedas preparar. La receta no necesita horno y solamente lleva, en la versión más sencilla, pan, frutas rojas y azúcar.
La sencillez absoluta marca el plato típico granadino, en el que el pescado se cocina en cazuela o sartén. Sirve como aperitivo, pero también queda genial sobre unas papas 'aliñás' o en una ensalada de pasta o legumbres.