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Picnic, un gran 'brunch' en Barcelona

Mikel López Iturriaga

El local, situado en el barrio del Borne, ofrece desde mayo comida casera e internacional a un precio razonable. "Es un restaurante familiar con un toque gourmet", explica Tara Penke, la estadounidense que lo montó junto a su marido, el chef chileno Jaime Riesco, y su socio, el australiano Andrew Cameron. "El lemon bar es de mi abuela; la pannacota, de la abuela italiana de Jaime; los tomates verdes fritos, de una amiga... Luego Jaime le da su toque a todo. Se puede decir que hacemos cocina casera de mercado, o travel food (comida de viaje) porque mezcla varias culturas y sabores en un plato. Un valor muy importante para nosotros es tener buena relación calidad-precio y ser humildes".

A la hora del brunch -también sirven comidas y cenas-, Picnic ofrece una carta típica del desayuno-almuerzo. Tortitas, ensaladas, huevos, cereales con yogur, sandwiches o hamburguesas se pueden consumir acompañados de zumos naturales o cócteles. A pesar de lo tentador de los combinados -pisco sour, mojito de fresa pepino y pepino o caipiroska de maracuyá-, nosotros no nos dimos a la bebida y nos limitamos a un jugo de naranja, pero sí dimos un buen repaso a algunos de los platos más emblemáticos del restaurante.

Empezamos con un crab cake (6 euros). Este pastel de cangrejo, muy popular en California, estaba finísimo, y muy bien acompañado de ensalada de hinojo, rúcola y crema fresca.

Cake de cangrejo
Cake de cangrejo

Seguimos con unos tomates verdes fritos con feta y una salsa de estilo mexicano (5 euros). La fritura estaba impecable, crujiente y nada aceitosa, y el añadido del queso griego le daba un giro mediterráneo a un plato sureño que siempre nos recordará a la famosa película filolésbica del mismo nombre.

Tomates verdes fritos
Tomates verdes fritos

Después vinieron unos huevos por los que soy capaz de cometer cualquier crimen: los Benedict (11 euros). No es fácil dar con una buena versión de este megaclásico americano en España, y la de Picnic no tiene pega. El huevo escalfado está en su punto, el bacon cruje y la salsa holandesa es salsa holandesa, no huevo líquido mal montado.

Huevos benedict
Huevos benedict

Creo que lo que más me gustó de todo lo que comimos fue el sandwich de pulled pork (10 euros). Este "cerdo desgarrado" se cocina durante largo tiempo a baja temperatura para que la carne quede melosa. Luego se desmiga y se mezcla con salsa barbacoa. Resultado: uno de los mejores bocadillos que he tomado en mucho tiempo.

Sandwich cerdo
Sandwich cerdo

De postre probamos la panna cotta (3,5 euros), muy correcta y compensada por la acidez de una salsa de frutos rojos.

Pannacota
Pannacota

Terminamos esta pequeña colación con algo ligerito: unos pancakes de coco (5 euros). No siendo un gran fan de esta fruta en los postres, estas tortitas jugosas y dulces en su justa medida me obligaron a llenarme más de lo que hubiera querido.

Todos los platos que probamos en el Picnic reflejan un refinamiento poco pretencioso, acorde con el ambiente cuidado pero relajado del local. Un servicio excelente e increíblemente agradable para los estándares barceloneses termina por convertir al restaurante en una rareza en el Borne, un barrio en el que es cada vez más difícil encontrar buena comida no pensada para cebar a turistas y modernos.

Picnic

C/ Comerc, 1, Barcelona

Teléfono: 935116661

Horario: de lunes a viernes de 13.00 a 16.30 y de 20.00 a 00.30. Cócteles hasta las 2.00. Sábado y domingo, brunch de 12.00 a 17.00.

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Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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