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Guacamole con cebolla asada

Mikel López Iturriaga

Foto: Helena Vélez Olabarría

Preparar un buen guacamole no es difícil, pero debes respetar ciertas normas. En España se sirven demasiadas versiones mediocres de este plato mexicano que no lo hacen, y así sale lo que sale. Unas veces, el aguacate está verde o pasado, y no en su justo punto mantequilloso adecuado para lograr una salsa consistente. Otras, el fruto se sobretritura reduciéndolo a una crema semilíquida, en vez de respetar su textura aplastándolo poco a poco con un tenedor. Por último está el abuso de los añadidos, que produce ácidas pastas pasadas de limón, cremas que sólo saben a sazonador de sobre o cebolloles de los que te estás acordando hasta el día siguiente.

Nada peor, sin embargo, que los guacamoles precocinados: si conocéis alguna marca decente, por favor decidlo en los comentarios, porque todos los que he probado yo son directamente repugnantes. Para evitarlos vale la pena el pequeño esfuerzo de prepararlo en casa: es sencillo, más barato y mil veces más gratificante.

Que me perdonen los mexicanos por la herejía, pero la receta de hoy está adaptada de un libro gringo sobre el que escribí ayer, 'The Essential New York Times Cookbook'. No me podía resistir: la fórmula se diferencia del guacamole clásico en que la cebolla, en vez de ir cruda, se marina y se pasa por la parrilla antes de añadirla, lo que pone punto final a mis eventuales problemas gástricos con la salsa.

La técnica, original del chef texano Dean Fearing, da un giro ahumado, algo más dulce y absolutamente irresisitible al aperitivo. Lo que no mejora -o al menos yo no he conseguido mejorar- es el aspecto, que queda un tanto grisáceo, pero os aseguro que el sabor bien vale una merma en la intensidad verde típica del guacamole.

Dificultad

Primero de primaria.

Ingredientes

Para 4-6 personas, como aperitivo

Preparación

1. Mezclar en un bol pequeño dos cucharadas de aceite, dos cucharadas de zumo de limón, el vinagre, el comino, una pizca de sal y de pimienta. Cortar la cebolla en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor, y extenderlas en una fuente. Verter la mezcla anterior por encima y dejar marinar al menos una hora.

2. Precalentar el grill del horno a temperatura fuerte (unos 250 grados). Repartir la cebolla escurrida en una bandeja de horno y asar en la parte de arriba del mismo durante 4 minutos. Sacar, dar la vuelta a los trozos de cebolla y hornear otros cuatro minutos. Dejar que se temple y picar en grueso desechando cualquier trozo quemado.

3. Pelar el aguacate y cortarlo en dados. Pelar el tomate, despepitarlo y picarlo en trozos pequeños. Despepitar y picar el chile. Exprimir las limas.

4. Mezclar en un bol el aguacate con la cebolla asada, el tomate, el chile y el cilantro. Aplastar con un tenedor ligeramente el aguacate para que se forme una pasta, sin pasarse ni dejarlo como una crema. Aliñar con sal y zumo de lima al gusto y servir.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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