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Ñoquis de sémola de la abuela Eulalia

Mikel López Iturriaga

Tras el éxito de las alcachofas de la 'nonna' Sara, llega una nueva entrega de la serie Abuelas por el Mundo con una particular receta de ñoquis. Su artífice es una señora argentina llamada Eulalia, a la que no tuve el gusto de conocer pero de cuyo nieto,el fotógrafo Gastón Gil, me considero amigo. Él me la dio a probar en una cena hace algún tiempo, y desde entonces le he estado dando la tabarra para que me pasara la receta.

Gastón recuerda que estos ñoquis eran uno de sus platos favoritos de la infancia, y el que siempre pedía cuando iba a comer a casa de su abuela en Olavarría, provincia de Buenos Aires. Supongo que se aprovechaba del lujazo que supone para un niño tener un familiar que te haga pasta casera, siendo este alimento un favorito universal de los seres menores de 12 años. Por supuesto, Eulalia se lo ponía de entrante con un segundo potente para acompañar, no fuera a ser que el chaval se quedara con hambre.

Los ñoquis de sémola no se parecen mucho a los habituales que se toman en España. No llevan patata, y su tamaño es más el de una galleta gruesa que el de una pelotilla. Por lo que he leído se denominan ñoquis a la romana, y son parecidos en su composición a los que se consumían en Italia antes de la llegada del tubérculo a Europa desde Suramérica.

Cuando los vi por primera vez pensé que iban a ser como una losa en el estómago y que no iba a poder comer más de dos. Pero una vez en la boca resultan extrañamente ligeros, y menos pastosos que los de patata. Desde luego no es la primera comida que te daría Dukan al empezar su dieta, pero tampoco es que te explote en el estómago y te deje en letargo durante cuatro horas. En cualquier caso, es una delicia que además admite toda clase de salsas, desde una boloñesa hasta una putanesca pasando por una simple mantequilla con limón y salvia.

Dificultad: Hace falta un poco de arte.

Ingredientes

Para 4-6 personas

  • 250 gr. de sémola de trigo
  • 1 litro de leche entera
  • 250 ml. de nata líquida
  • 3 huevos de gallina campera
  • Nuez moscada
  • Queso emmental
  • Sal

Instrucciones

1.
Batir los huevos.
2.
Poner a calentar la leche en una cazuela grande a fuego suave. Cuando esté a punto de hervir, salar y poner nuez moscada rallada al gusto. Añadir la sémola con suavidad sin dejar de remover para que no se formen grumos. Aunque cuesta, es importante no parar de revolver.
3.
Incorporar los huevos batidos y remover inmediatamente para que no cuajen con el calor. Seguir removiendo hasta que la masa se vuelva homogénea y se separe de las paredes de la cazuela.
4.
Extender la masa con un rodillo engrasado con mantequilla en una superficie también engrasada. Hay que dejarla con una altura de un centímetro y medio aproximadamente: quedarán más jugosos y soportarán mejor posibles recalentamientos
5.
Precalentar el horno a 220 grados con el calor por abajo si es posible. Engrasar una fuente de horno con mantequilla.
6.
Una vez extendida la masa, dejar que se temple un poco y cortarla con un cortapastas redondo (o de la forma que te dé la gana). Ir dejando los ñoquis en la fuente, ligeramente montados unos sobre otros. Hornear unos 20 minutos.
7.
Sacar y mojar con la nata. Poner el calor del horno por arriba y por abajo, y volver a hornear otros 20 minutos, o hasta que la parte de arriba se gratine. Antes de sacarlo a la mesa, ponerle un poco de queso emmental rallado por encima para que se funda con el calor. Gastón recomienda servirlos con "un rico vino, un buen pan y grata compañía". "Y si nos ponemos glotones", avisa, "terminaremos desprendiéndonos un botón del pantalón".

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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