Alcachofas con morcilla y huevo
La morcilla y el huevo se llevan bien. Las alcachofas y el huevo, también. Eso es fácil: en realidad, pocos ingredientes no ajuntan al huevo. ¿Pero las alcachofas con la morcilla? Esa era mi duda hasta que una nevera en estado de desertificación me obligó a unir los tres ingredientes -la otra opción era tomarme un yogur, ese acto de rendición que te sume en una infinita tristeza gastronómica.
La prueba de esa noche fue en forma de revuelto, y rebasó todas mis expectativas en cuanto a sabor: lo que parecía una guarrerida resultó ser un plato bastante potable, con los tres contendientes en buena armonía. Eso sí, el aspecto no era el más apetitoso: la morcilla se deshizo y llenó el huevo de trozos negros y grises que no incitaban a hincarle el tenedor.
Así que en una segunda tentativa encaré el asunto de forma diferente: huevos mollet por un lado, morcilla a la plancha por otro, y alcachofas al vapor para no añadir grasa a un combinado ya potente de por sí. Y juntarlo todo al final. No sólo quedó más logrado de aspecto y mil veces más ligero, sino que los sabores se distinguían mejor y el mayor contraste entre la alcachofa y la morcilla convertía el plato único en una delicia.
En esta segunda ocasión usé morcilla de cebolla y piñones, pero creo que la de arroz de la primera o una de puerro pueden funcionar igual de bien. En cuanto a los distintos tratamientos de los ingredientes, puedes elegir el que más te guste. Rebozar y freír alguno de ellos es una posibilidad que hará subir las calorías y la contundencia, pero si te lo puedes permitir...
Dificultad: Para cazurros.
Ingredientes
Para 4 personas
- 6-8 alcachofas dependiendo del tamaño
- 300 g de morcilla
- 3 huevos
- 1 limón
- Aceite de oliva
- Sal