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Patatas a la riojana


Placer en estado puro. / AINHOA GOMÀ
Placer en estado puro. / AINHOA GOMÀ
Mikel López Iturriaga

En la lista de los 10 platos que me gustaría tomar en mi última cena, justo antes del fin del mundo o de mi ejecución en la silla eléctrica, creo que encontrarían un hueco las patatas a la riojana. No es sólo que el tubérculo cocido con chorizo suponga para mí una cumbre culinaria de la humanidad, sino que se trata de un guiso capaz de transportarme a la infancia.

Las patatas con chorizo son los veranos en La Rioja, las visitas a mis primos en Lapuebla de Labarca y mis primeros contactos con el vino en su bodega. También me recuerdan a las comidas en casa de mis padres en Bilbao, cuando se convertían en uno de los pocos platos que suscitaba aprobación unánime sin que a nadie se le ocurriera empezar con la matraca del "a mí no me gustan".

Desconfío por sistema de las patatas con chorizo con el caldo muy líquido y la patata bien entera. Sí, ya sé que quedan más bonitas. Pero para mí, todo el sentido del plato está en conseguir un caldo cremoso y unas patatas a punto de deshacerse. En este caso, me la refanfinfla profundamente la estética, porque lo que me importa es el aroma, el sabor y el tacto en la boca. Por eso casco las patatas con un tenedor en vez de cortarlas, tal como me enseñó mi señora madre: no sé si será ciencia o hechicería culinaria, pero ella decía que el caldo engorda mejor así, y yo no soy nadie para contradecirla.

Hay gente que les pone pimiento rojo o verde, pimentón o incluso jamón a este guiso. Yo prefiero su versión más esencial, para la que es importante contar con un auténtico chorizo riojano y unas patatas que no hayan sido recogidas en la Edad Media.

Dificultad: Para participantes en Marilós Monteros.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 1 kg de patatas
  • 300 g de chorizo riojano curado (dulce o picante, o mezcla de los dos)
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 2 pimientos choriceros o una cucharadita rasa de su pulpa (se vende en botes)
  • Aceite de oliva
  • Sal

Instrucciones

1.
Sumergir los pimientos choriceros en agua muy caliente para que se rehidraten. Dejarlos un mínimo de media hora.
2.
Picar fina la cebolla y ponerla a rehogar en una olla grande con un chorro de aceite a fuego suave unos 15 minutos.
3.
Si se quiere un guiso más ligero, cocer el chorizo en agua hirviendo unos 10 minutos para que suelte grasa. También se puede desengrasar el plato una vez acabado, quitando con un cucharón la grasa rojiza que flota en la superfice.
4.
Pelar las patatas y cascarlas en trozos de unos 4-5 cm con la ayuda de un tenedor (hay que pincharlas con éste, e ir rompiéndolas).
5.
Cortar el chorizo en tacos gruesos y añadirlos al sofrito de cebolla junto a los dientes de ajo sin pelar. Rehogar un par de minutos.
6.
Sacar la carne de los pimientos choriceros con una cuchara, desechando la piel. Añadirla junto a las patatas al guiso. Rehogar junto al chorizo un par de minutos.
7.
Mojar con el agua suficiente para cubrir las patatas, salar, subir el fuego, y cuando hierva, bajarlo a suave y tapar dejando una rendija para el vapor. Cocer las patatas unos 30 minutos hasta que estén muy hechas, moviendo la cazuela de vez en cuando para que el caldo engorde. Si se quedan secas, ir añadiendo agua.
8.
Dejar reposar 10 minutos y corregir de sal. Si el caldo ha quedado muy líquido, aplastar una patata, devolverla al guiso y remover. Si ha quedado muy espeso, añadir un poco de agua. Es mejor comerlas en el día para que no pasen por la nevera, porque allí la patata pierde textura.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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