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Pasta gratinada con butifarra y berenjena

 Gratinar es amar / EL COMIDISTA
Gratinar es amar / EL COMIDISTA

Aviso a lectores antilácteos o poco fanses de las recetas calóricas en general: el plato de hoy no creo que os vaya a chiflar especialmente, aunque los segundos deberíais valorar el esfuerzo que he hecho para aligerar algo tan potencialmente contundente como un gratinado de pasta. Cambiando la nata líquida por leche evaporada y queso quark (yo usé uno con 0% de materia grasa, y el resultado no sufrió nada) y poniéndole una buena cantidad de una verdura melosa como la berenjena se consigue una versión mucho menos pesada e igual de satisfactoria que la que lleva kilazos de nata líquida.

La idea de estos gratinados viene directa del auflauf alemán, un platazo de aprovechamiento que utiliza como ingredientes patata, pasta, verduras de todo tipo, jamón o salchichorras, todo abundantemente regado con bien de nata, quark, queso rallado, y directo al horno hasta conseguir una maravilla con calorías suficientes para pasearte en enero en bikini por todo el perímetro exterior de la U-Bahn sin notar un ápice de frío. En este caso, además, me fue estupendamente para colarles sin piedad a mis hijos una buena cantidad de berenjena, verdura que por alguno motivo que no atino a entender les provoca un rechazo absoluto, mientras comen lechuga, guisantes, judías, espinacas y otras cosas verdes sin mayor problema.

Aunque tampoco esperaba tener el beneplácito de lamamma para seguir perpetrando una guarrerida maravilla de éste calibre de vez en cuando, me alegró que mis dos referentes gastronómicos italianos, –a saber: Anna Mayer y Marco Bozzer– me aseguraran que este plato no sólo es habitual en la cocina italiana, sino que encima a ambos les encanta. Anna asegura que lo pedía para su cumpleaños cuando era pequeña, y Marco que "huele a casa llena de niños felices", así que lo podemos considerar aprobado por la autoridad.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 300 gramos de pasta corta (macarrones, penne o rigatoni, por ejemplo)
  • 2 berenjenas medianas
  • 300 g de butifarra o salchicha
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de hojas frescas de tomillo
  • 200 ml de leche evaporada
  • 100 g de queso quark (puede ser bajo en grasa
  • 80 g de parmesano o pecorino rallados
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de cebollino picado
  • Sal
  • Pimienta

Instrucciones

1.
Pelar la cebolla y cortarla en tiras finas. En una sartén con 2 cucharadas de aceite rehogar la cebolla (se puede dejar a fuego medio/bajo y tapada), añadiendo cuando esté a medio cocinar el ajo pelado y laminado.
2.
Poner el agua a hervir para la pasta. Añadir las berenjenas cortadas en daditos, las hojas de tomillo y dos o tres cucharadas de agua. Dejar a fuego medio/bajo tapado hasta que la berenjena prácticamente se deshaga. En ese momento añadir la butifarra o salchicha cortada, subir un poco el fuego y dejar que se haga un par de minutos.
3.
Poner la leche evaporada y el quark, mezclar todo bien y salpimentar. Reservar al calor mientras escurrimos la pasta, en una fuente de horno disponer 1/3 de la salsa en el fondo, encima la mitad de la pasta, repetir el proceso y terminar con otra capa de salsa.
4.
Terminar con el queso rallado y llevar al horno arriba y abajo a 200 grados, durante unos 10 minutos o hasta que el la cobertura esté dorada y crujiente. Servir al momento, con el cebollino picado por encima y un poco más de pimienta recién molida.

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