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Cuánto cuesta cenar con un famoso

MATT MATERA
MATT MATERA
Mikel López Iturriaga

Mi sino es vivir en la contradicción. Por un lado, me invade la pereza cual niebla de Stephen King cada vez que me invitan a un acto social; por otro, les engañaría si dijera que no disfruto petardeando con famosos, y también observando a los petimetres que pululan -pululamos- alrededor de ellos. Por eso acudí con tantas ganas como reticencias a la primera cena “secreta” que organizaba FOgO, una empresa en la que se han unido el cocinero brasileño João Alcântara y el lateral del Barça Dani Alves.

El chef, famoso en Brasil por un programa de hombretones que cocinan, es una especie de director alimentario del deportista (este cargo me lo he inventado, pero no sé cómo denominar a un señor que le diseña los menús a otro). Su compañía conjunta sirve banquetes a domicilio, imparte talleres y ahora se ha integrado en la sobada tendencia de los restaurantes ocasionales, esos que llamamos pop-up cuando queremos aparentar que somos alguien.

El estreno de los ágapes de FOgO se celebró el jueves pasado en unos estudios de sonido de Barcelona. Asistieron 30 personas, entre ellas el propio Alves. La enorme mesa estaba decorada estilo Philippe Starck poseído por María Antonieta, y la cantidad de cubiertos que rodeaba cada plato invitaba a pensar que te iban a extraer una muela. Jesús Gil habría definido la puesta en escena como “ostentórea”; yo lo dejaría en pelín pretenciosa.

La comida, aunque irregular, tuvo sus aciertos. Todas las propuestas incluían algún elemento propio de Brasil; hubo algunas que revelaron a Alcântara como un cocinero solvente, como la lengua con uvas y farofa o el dado de tapioca y calamar, y otras que no terminé de entender, como un gazpacho de açaí innecesariamente enguarrindongado con parmesano. Pocas pegas puedo poner a la bebida: algunos vinos poco conocidos de Torres, especialmente el espumoso chileno Estelado, me hicieron feliz. Demasiado feliz, a tenor de mi estado al día siguiente.

Al acabar el banquete, me pregunté por las motivaciones de los que soltaron 120 eurazos por asistir al mismo. ¿Vendrían por la fusión gastronómica brasileño-mediterránea o por contar a las vecinas que habían cenado con futbolista famoso? Otra prueba del culto ridículo a la celebridad, de la necedad humana y de la decadencia de Occidente, me dije, hasta que una amiga soltó: “¿Y si en vez de Dani Alves hubiera sido David Bowie?”. Entonces reconocí que yo por eso habría pagado el doble, y no me quedó otro remedio que bajarme de mi estúpida superioridad moral.

Ésta es mi última columna para la Revista Sábado de la edición impresa de EL PAÍS. El Comidista seguirá presente en la versión en papel del diario con una colaboración mensual en Tentaciones.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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