Sardinas al horno con panceta
Un plato de mar y montaña que desmonta el mito de que no se pueden hacer sardinas en casa sin tener que darle a todo un baño previo de teflón.
Sardinas y malos olores. Algo de eso he oído por ahí. Me suena vagamente, vaya. Algunos afortunados tienen una bonita casa con jardín –o, en su defecto, un estupendo apartamento con terraza– al que poder sacar la barbacoa, una nevera llena de cervezas y la bandeja de sardinas. El aire hace que todo se diluya y el final de fiesta es siempre feliz. Sin embargo, aquellos que vivimos en un piso (sin ninguna de las bondades antes enunciadas), reclamamos nuestro derecho a comer este maravilloso pescado sin acabar echando para atrás a todo aquel que invada tu espacio personal.
¿Cuál es la pega? Las espinas, siempre las dichosas espinas. Hay miles de pescaderos encantadores que te venderán las sardinas ya cortadas por la mitad, sin vísceras, cabeza ni espinas. También es posible encontrarlas congeladas en algunos supermercados de la misma manera, aunque creo que no vale la pena (y menos estando en temporada). Por otro lado, puedes ir de cutre y dejar que cada uno se las quite en su plato, pero no queda del todo bonito. Por último, existe la apasionante opción de limpiarlas tú mismo, como puedes ver en este vídeo (en el que las sardinas están en salazón, sí, pero la técnica es exactamente la misma). En cualquier caso, vivan la panceta y la piel de limón en este plato.
Dificultad
Si eres tú quien quita las espinas, un poco más. Pero no mucho, no te asustes.
Ingredientes
Para 4 personas
- 10 sardinas evisceradas y sin espinas (20 filetes)
- 20 lonchas de panceta curada (aproximadamente, del mismo tamaño que las sardinas)
- 70 g de pan rallado
- 20 g de parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 2 cucharaditas de piel de limón rallada
Preparación
- Encender el horno con el grill al máximo. Pasar los filetes por el grifo para retirar los restos de espinas, vísceras y escamas que puedan haber quedado y secarlos con cuidado con papel de cocina.
- Rallar el parmesano y la piel de limón, y mezclarlos con el pan rallado y el ajo en polvo.
- Colocar una lámina de papel vegetal en la rejilla del horno y disponer los filetes de sardina encima de ella. Echar una capa fina de la mezcla del pan rallado en cada uno y terminar con la panceta.
- Colocar la rejilla en la posición superior del horno y hornear durante cuatro minutos, hasta que la panceta tenga un bonito tostado y la sardina esté hecha. Servir inmediatamente.
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