Sopa de queso con naranja y avellanas
El frescor de los cítricos y el punto salado del queso de cabra redondean un postre que parece muy finolis, pero que se hace con la gorra.
Como bien sabéis los zánganos ociosos que seguís a diario esta web, el Señor no me llamó por el camino de la repostería. Soy de esas personas rastreras que, cuando dan una cena, o le endilgan a algún invitado el muerto de traer postre o sacan unas vergonzantes mandarinas mientras dicen “también hay yogures si alguien quiere”.
Cuando no me queda más remedio que trabajarme algo dulce, salgo del aprieto con mis dos recursos favoritos: el jetapostrismo o la copia descarada. El plato de hoy mezcla un poco de ambos: por un lado, se inspira en la sopa de queso de cabra, avellanas y helado de miel que Gonzalo Pañeda sirve en el restaurante Auga de Gijón; por otro, la modifica para que requiera el mínimo esfuerzo.
El postre te lo puedes currar más o menos dependiendo de si haces tú el bizcocho o lo compras. Lo que es imprescindible es contar con un cuchillo que corte bien para pelar la naranja a lo vivo, y cuanto mejor sea el aceite de oliva virgen extra, más brillo tendrá el plato: su presencia es el toque que lleva el postre a la estratosfera.
Ingredientes
- 150 gr de queso de rulo de cabra sin corteza
- 250 gr de nata
- 150 gr de leche
- 50 gr de miel
- 4 cuadraditos de unos 5 cm de lado y 1 cm de grosor aproximadamente (del sefardí de mandarina o del que se quiera)
- 2 naranjas
- 70 g de avellanas
- 100 g de azúcar
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Juntar la nata, la leche y la miel de la sopa y llevar a hervor.
- Mezclar con el queso de cabra, triturar, colar y reservar en frío.
- Poner el azúcar con 100 ml de agua en un cazo a fuego medio. Cuando hierva, añadir las avellanas.
- En el momento en que burbujee el almíbar, empezar a remover con una cuchara de madera hasta que el líquido desaparezca y las avellanas cojan un color blanquecino y una textura terrosa. Seguir removiendo hasta que la mezcla se vuelva marrón claro.
- Sacar del fuego y extender con rapidez sobre papel de horno separando las avellanas. Dejar enfriar.
- Pelar las naranjas a lo vivo (ver vídeo). Hasta aquí se puede hacer con antelación, siempre que la naranja se conserve bien cubierta con plástico transparente en la nevera.
- Poner en el centro de cada plato hondo un cuadrado de bizcocho. Incorporar la sopa de queso. Terminar decorando con un chorrito de aceite de oliva virgen, gajos de naranja y trocitos de avellana garrapiñada.
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
Sigue leyendo
Comentar Normas
Lo más visto en El Comidista
- Cómo montar una cena con invitados en casa sin morir de estrés
- ¿Qué fue del regaliz de palo? Historia de una golosina natural
- VídeoRecuit de drap: el queso fresco que es pura crema
- VídeoAprende a preparar un clásico con nuestra receta de chipirones en su tinta
- VídeoTrampas de súper: no es queso todo lo que parece
- Menú semanal de El Comidista (23 a 29 de enero)
- VídeoUna crema de verduras de invierno para la cuesta de enero
- Nueve productos frescos que aún son baratos e ideas para cocinarlos
- Milanesa de pollo al limón al estilo 'The Bear'
- Pasta con miso, mantequilla y queso