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Pollo dulce y picante con salsa tailandesa

Lacamos unos contramuslos jugosos con miel, salsa de chile y soja, les dejamos la piel bien crujiente y refrescamos el conjunto con una salsa de verduras de inspiración tailandesa. Resístete si puedes.

Nuestra parte favorita del pollo, de lejos
Nuestra parte favorita del pollo, de lejosMÒNICA ESCUDERO

Empiezo este post con un alegato salvaje a favor de las salsas mexicanas, esos acompañamientos a medio camino entre la ensalada y la salsa tal y como la conocemos en el resto del mundo. Frescas, cítricas, crujientes, salvajes, sin miedo a mezclar fruta y verdura, a veces picantes, siempre aromáticas. Solo hace falta un cuchillo afilado y una tabla para prepararlas, así que se pueden hacer en la cocina más precaria y con el mínimo conocimiento.

Aunque la más popular es la conocida como 'pico de gallo', hay infinitas versiones para acompañar infinitos platos. Como una con rabanitos, muchísima cebolla, cilantro y un picante muy loco que prepara Esther, la madre de mis amigos Tonatiuh y Zitaima de Cloudstreet Bakery para acompañar unas empanadas de cazón cuya receta tengo que conseguir sí o sí.

Con una de estas 'salsas' con pepino y manzana acompañamiento perfecto para unos contramuslos dulces, salados y picantes –gracias a la mezcla de soja, miel y cualquier salsa alegre– conseguimos un combo ganador de aire tailandés. Y voy a hacer otra reivindicación, esta vez a favor del contramuslo. Esa pieza a la que poca gente hace caso, pero que tiene la combinación perfecta de grasa-chicha-hueso para quedar perfecta al horno, la cazuela o la sartén.

Si no tenéis horno, podéis preparar el pollo en una sartén: sin la marinada, primero a fuego lento, con el lado de la piel hacia arriba y tapado hasta que esté hecho (unos 15 minutos). Destapad, subid el fuego a tope, dadle la vuelta y en menos de dos minutos podéis conseguir una piel crujiente muy difícil de conseguir en el horno, donde el efecto es mucho más lacado.

Si os van las emociones fuertes y no tenéis problemas de tensión alta, podéis reducir el líquido de la marinada y usarlo como salsa, pero para mí es definitivamente demasiado salado. Si queréis un plato más contundente, solo tenéis que añadirle un poco de arroz integral, yuca o plátano macho frito y ya tenéis la fiesta montada.

Dificultad: ¿Tienes un horno? Puedes hacerlo. ¿No lo tienes? También.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 8 contramuslos de pollo con piel y hueso
  • 2 cucharadas de miel, miel de caña o azúcar moreno
  • 3 cucharadas de salsa de soja
  • Salsa picante al gusto
  • 1/2 cebolla roja
  • 1/4 de taza de hojas de cilantro
  • 1 pepino
  • 1 manzana verde
  • 1 cucharadita de ralladura de jengibre
  • Chile fresco (opcional)
  • El zumo y la ralladura de la piel de una lima
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Sésamo
  • Sal
  • Arroz, yuca o plátano macho frito para acompañar (opcional)

Instrucciones

1.
Preparar una marinada con la salsa de soja, la salsa picante, la miel y un par de cucharadas de agua. Mezclar bien hasta que se integren todos los elementos, untar bien el pollo con ella, ponerlo en una bolsa zip, sacarle el aire y dejarlo marinar en la nevera un mínimo de dos horas (idealmente, de un día para otro).
2.
Poner el pollo y la marinada en una bandeja de horno y hornear a 180 grados, tapados con papel de plata, 50 minutos, y cinco minutos más destapados subiendo el horno a 225. 
3.
Mientras, preparar la salsa/ensalada cortando en daditos la manzana y el pepino sin pelar, la cebolla –pelada–, y el chile (si se usa). Mezclar con el zumo de lima, el jengibre, una pizca de sal, el aceite de oliva y, en el último momento, las hojas de cilantro.
4.
Servir el pollo inmediatamente con un poco de sésamo encima, acompañado de la salsa/ensalada y, si se quiere, arroz, yuca o plátano macho frito.

¿Has tenido problemas preparando esta receta o cualquier otra de El Comidista? Escribe a la Defensora del Cocinero: defensoracomidista@gmail.com

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