Garbanzos aligerados
Son fáciles de digerir. No tienen apenas grasa. Y son tan sabrosos que recuerdan al chorizo sin llevarlo. Descubre cómo obrar el milagro de un potaje de garbanzos ligero.
Los garbanzos pueden ser una comida mucho más ligera que los peazo potajes que preparaba tu abuela, con bien de chorizo, de carnaca y de grasaza de cerdo a tutiplén. Incluso pueden ser fáciles de digerir. El objetivo del guiso de hoy es eliminar, dentro de lo posible, todos esos efectos secundarios de los potajes garbanceros -pesadez, flatulencia, malestar general- conservando el máximo de sabor.
Lo primero que haremos es atacar a la propia legumbre quitándole la piel con un método rápido y sencillo: perderemos algo de fibra, pero ganaremos en levedad y limitaremos el efecto cuesco. Después, aumentaremos la presencia de la verdura. Y por último, para no echar de menos el choricillo, le daremos fuerte al pimentón.
Si partes de garbanzos secos, cuécelos y reserva el agua de cocción para usarlo en vez del caldo.
Dificultad
Para estudiantes.
Ingredientes
Para 4 personas
- 600 g de garbanzos cocidos
- 200 g de zanahoria
- 200 g de calabacín
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tomates enteros de lata
- 750 ml de caldo de pollo o de verduras
- 1 cucharadita rasa de pimentón dulce
- 1 cucharadita rasa de pimentón picante (opcional)
- Perejil picado
- 3 cucharaditas de bicarbonato sódico
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación
-
Escurrir bien los garbanzos y mezclarlos con el bicarbonato. Calentarlos en una sartén a fuego medio o en el microondas unos 2 o 3 minutos, hasta que estén bien calientes. Pasarlos a un bol grande y llenarlo de agua. Remover para que las pieles se desprendan. Repetir el proceso 3 o 4 veces hasta eliminar todas las pieles. Escurrir.
-
Juntarlos con el caldo y dejarlos hirviendo a fuego suave mientras damos los pasos siguientes, para que vaya reduciendo y concentrándose el sabor.
-
Picar la cebolla y la zanahoria. Rehogarlas a fuego medio con un poco de aceite en una sartén unos 10 minutos.
-
Añadir el ajo picado, el tomate, el pimentón y sal, y rehogar otros 10 minutos o hasta que el tomate se deshaga y pierda todo el agua.
-
Sacar un cucharón de garbanzos y triturarlo junto al sofrito para espesar el caldo. Incorporarlo todo a los garbanzos y dar un último hervor corto de un par de minutos.
- Rematar con el calabacín picado fino y salteado en una sartén a fuego vivo con un poco de aceite de oliva, y el perejil picado.
¿Has tenido problemas preparando esta receta o cualquier otra de El Comidista? Escribe a la Defensora del Cocinero: defensoracomidista@gmail.com
Comentar Normas
Lo más visto en El Comidista
- Alcachofas asadas sin horno (y sin esfuerzo)
- VídeoSopas exprés para gente sin tiempo (pero con ganas de sopa)
- Fetuccine Alfredo: la pasta con dos ingredientes que se hizo leyenda
- Filetes de coliflor con salsa italiana
- Pollo en adobo filipino
- Arroz al horno
- Espinacas esparragadas
- Bacalao encebollado al estilo canario
- Garbanzos, guisantes, menta y huevo
- Espaguetis con berberechos de lata