Caviar campesino
MFK Fisher revolucionó la forma de escribir sobre comida en los años cuarenta. Su "extravagante y voluble" caviar de berenjena aparece en una recopilación de sus mejores obras recién publicada en España.
Cómo cocinar un lobo. Cómo no ser una lombriz de tierra. Cómo hervir agua. ¿Quién puede resistirse a un libro de gastronomía con semejantes titulares en sus capítulos? Estaré muy aburrido de insulsos recetarios y pomposas obras de chefs superestrellas, pero yo, desde luego, no.
La recopilación de las mejores obras de MFK Fisher, recién publicada por Debate bajo el nombre El arte de comer, te atrapa desde el índice, que no es más que un aperitivo del banquete de inteligencia, sensibilidad y sentido del humor que llega después. Desde que publicara su primer libro en 1937, esta buena señora de Michigan (EEUU) se dedicó a escribir de gastronomía dinamitando las convenciones del momento: no daba consejos para recibir invitados ni recetas para agradar a tu marido cuando llega a casa del trabajo, sino que mezclaba la pasión por los alimentos con referencias culturales, trasfondos históricos y vivencias personales. Con ese batiburrillo, construyó textos que muchas décadas después siguen sorprendiendo por su modernidad.
Aunque pasó sus penurias en la II Guerra Mundial, Fisher tuvo una vida nada escasa en guisos, tartas familiares, largas estancias en Francia y copas reconfortantes -“un martini bien servido ha hecho de amigo sincero más a menudo que muchas criaturas bípedas”, escribió. Una vez retirada en su rancho de California, disfrutó hasta su muerte de la existencia que muchos mataríamos por llevar: “Mi vida es simple. Cuando no puedo escribir, leo. Cuando no puedo leer, cocino”.
En sus libros no se explaya demasiado con recetas, pero para celebrar su legado vale la pena recuperar su caviar campesino: “Llamado así con cierta ironía (he conocido unos cuantos paysans, pero ninguno que quisiera hacerse tal revoltijo), posee su particular sustrato de riqueza, extravagancia y volubilidad”.
Dificultad
Para personas cuyos mejores amigos son los martinis
Ingredientes
Para 4 personas, como aperitivo
- 2 berenjenas
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo sin pelar
- 2 cucharadas de hierbas picadas (perejil, albahaca o lo que se quiera)
- Vinagre
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta negra
Preparación
- Asar las berenjenas, la cebolla y el ajo pelado en una fuente durante toda la noche a 90º.
- Separar la pulpa y juntarla con el líquido que haya soltado en un bol.
- Batir con la cebolla y el ajo triturados y las hierbas.
- Aderezar con vinagre, aceite, sal y pimienta al gusto. Dejar reposar en la nevera un mínimo de 24 horas.
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