Sopa fría de cerezas y almendras
Si estás en la Operación Bikini, pasa de esta receta. Aunque fresca y veraniega, su lujuria está más cerca de la Operación Otoño, la que se pasa la Operación Bikini por donde ya tú sabes.
Esta receta se publicó originalmente en la revista 'Tentaciones'.
De todos los momentos estomagantes que se repiten cada año, uno de los que más saca mi Godzilla interior es la Operación Bikini. O mejor, dicho, el toque a rebato de la Operación Bikini que se emite desde determinados medios de comunicación.
Lo primero que me mata es el nombre: ¿por qué bikini? ¿Acaso en las playas no hay señores que orbitan alrededor de barrigas planetarias? ¿No merecen misericordia las gomas de sus bañadores? Por lo visto, no, porque mientras las revistas femeninas y las centradas en el (presunto) bienestar machacan a las mujeres con el mensaje “si no tienes un cuerpazo eres una perdedora”, su traducción al masculino todavía no está tan implantada (aunque todo llegará, que para eso existen los Cristianos y sus clones).
Además de su denominación, no puedo con el sinsentido esencial de estas dietas preveraniegas. ¿De verdad crees que esos kilos que vas a bajar no volverán corregidos y aumentados a la que te infles a fritos y a cubatas al borde del mar? ¿No sería más inteligente intentar cambiar tus hábitos alimentarios durante todo el año en vez de castigarte para lucir un efímero palmito?
Desde esta perspectiva, soy más partidario de la Operación Otoño, que consiste en pasarse la Operación Bikini por el órgano que rima con dicha estación. Por eso propongo para estos días un pseudoajoblanco rico, potente, saludable, de temporada y 100% exento de ñoñería light.
Dificultad
Para cerebros del tamaño de una cereza. No, de una almendra.
Ingredientes
Para 4 personas
- 100 g de almendras crudas
- 400 g de cerezas deshuesadas más 12 como guarnición
- 50 g de miga de pan remojada en agua
- 1/2 diente de ajo
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 50 ml de vinagre de Jerez
- Sal
- 1 litro de agua bien fría
Preparación
- No es imprescindible pero sí recomendable poner las almendras en remojo el día anterior.
- Triturar a fondo las almendras (con su agua si se han tenido en remojo), las cerezas, la miga de pan, el ajo y sal hasta que se forme una pasta homogénea.
- Seguir triturando e incorporar poco a poco el aceite, el vinagre y agua hasta obtener una crema que no sea cemento, pero tampoco demasiado líquida. Enfriar.
- Añadir un poco de agua fría si se ve muy densa, corregir de vinagre y sal, mezclar bien y servir con las cerezas restantes.
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
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