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Rocas de chocolate con crema de queso

Un homenaje al Ferrero Rocher hecho con chocolate de verdad y frutos secos, acompañado de una salsa de queso dulce. Los de la mansión del embajador se van a poner verdes de envidia.

"Monsieur, con sus rocas nos ha conquistado"
"Monsieur, con sus rocas nos ha conquistado"STOMAKO

Nos reconocemos de la generación que vió llegar el Ferrero Rocher al mundo. Si alguien quería aparentar ser rico en los 80, la forma más barata era comprar una caja de bolitas doradas con la que impresionar al personal. Te invitaban a pasar los vecinos y veías los bombones sobre la mesa y tú pensabas… ¡Aquí manejan!

Seguramente los anuncios preyslerianos ayudaron a crear este fenomeno de élite. Pero es conforme van pasando los años cuando te das cuenta de que están realmente buenos y que si le quitamos el aura de lujo casposillo que tienen, son un dulce industrial a gran escala muy logrado.

Con esta receta pretendemos hacerle un guiño a tan opulente bocado de chocolate. Esta es una receta base, pero os invitamos a que os arriesguéis con la creatividad y les pongáis un poco de chile en polvo o ralladura de lima.

La crema de queso es algo evidentemente prescindible, como todo en la vida, pero le da un contraste ácido/dulce que le queda de lujo al amargo del chocolate y la sal. Y las avellanas se pueden cambiar por nueces, pistachos, cacahuetes o almendras, a gusto del consumidor.

Eso sí: que nadie se venga arriba y los envuelva en papel dorado. Es un guiño, no una parodia: para eso podemos comprar los originales. Pero aquí hemos venido a cocinar...

Dificultad: Coger bien la cuchara.

Ingredientes

Para 20 bolas

  • 200 g de chocolate negro para fundir (52% mínimo de cacao)
  • 100 ml de nata de montar
  • 100 g de avellanas troceadas
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de flor de sal
  • 4 bolas de pimienta recién molidas

Para la crema de queso

  • 200 ml de nata de montar
  • 150 g de queso de untar
  • 4 cucharadas soperas de azúcar glas

Instrucciones

1.
Para la crema de queso, montar la nata y añadir el queso con una lengua de repostería junto con el azúcar glass hasta conseguir una crema homogénea. Reservar en la nevera para que coja consistencia.
2.
Romper la tableta de chocolate y fundirla junto con la nata y el aceite de oliva en un cazo pequeño a fuego bajo sin parar de remover. Añadir la sal y la pimienta.
3.
Verter el chocolate fundido en un bol de cristal y dejar reposar fuera de la nevera para que se atempere. Poner el bol en la nevera para que se endurezca durante un par de horas.
4.
Con las manos mojadas y la ayuda de una cuchara formar las bolas de chocolate y pasarlas por las avellanas troceadas. Reservar en la nevera cuando estén todas formadas y servir acompañadas de la crema dulce de queso.

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