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Sopa de miso con fideos y champiñones

Engordamos un fondo vegetal triturando setas, verduras y un fruto seco con resultados erótico festivos y una textura muy parecida al tradicional caldo de ramen (pero sin ningún cerdo de por medio).

Un caldazo para morirse
Un caldazo para morirseMÒNICA ESCUDERO

Cuando incluso la Barcelona tropical en la que vivo está para ponerse guantes, la solidaridad con los que vivís en los sitios donde hace frío de verdad me hace pensar sin parar en recetas que sirvan tanto para alimentar como para calentarse las manos y acabar con los mofletes rojos como Heidi. Esta sopa cumple todos esos requisitos, además de ser apta incluso para los que no comen animalitos.

El caldo base es fruto de uno de esos I+D en los que intento reproducir en versión vegetariana una textura o alguna característica que normalmente aportan a un plato la carne y derivados. En este caso buscaba la textura del tonkotsu, un caldo hecho con huesos de cerdo que se caracteriza por ser espeso, lechoso, dorado y sabrosísimo (además de pegarse en los labios, algo bastante chungo de conseguir con vegetales por la ausencia de colágeno en los mismos).

Lo del tofu normal que usamos como guarnición puede sonar como cuando vas a servirle comida a alguien y te dice que tiene “normal de hambre” –personalmente, me dan ganas de agradecer ese tipo de ayuda con una colleja–, pero en este caso se llama así de verdad (y regular o non-silken en inglés). Lo importante es que tenga una cierta consistencia, que nos permitirá cortarlo en dados, marinarlo para darle alegría y ponerlo en la sopa sin que se convierta en un papilla. La técnica del marinado-en-miso-con-lo-que-sea admite infinitas variaciones y puede ayudarte a mirar con mejores ojos un alimento cuyo sabor tiende a la nada más absoluta (al menos en las versiones fáciles de encontrar por aquí).

Usé fideos udon porque la combinación de su grosor y su textura me vuelven tarumba combinados con un buen caldo, pero podéis usar de arroz, de boniato, de trigo e incluso unos de esos instantáneos guarrindongos. Pero sin los polvos infames que los acompañan, por favor, que para eso nos hemos currado un buen caldo.

En lugar de champiñones podéis usar shiitake, pero me parece que la textura prieta y el aroma del champiñón crudo que se añade justo antes de servir merecen que lo probéis al menos una vez. Uso Portobello porque tiene más sabor y puedo acceder a ellos fácilmente, pero cualquier champiñón sirve, no hace falta complicarse la vida.

Dificultad: Tiene algo de curro, pero vale la pena.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 1,2 l de caldo de verdura (o pollo, o carne)
  • 1 puerro
  • 1 cebolla
  • Fideos al gusto (yo usé 3 sobres de udon)
  • 300 g de champiñones (yo usé Portobello)
  • 80 g de cacahuetes tostados
  • 1 cucharada sopera de miso
  • 1 cucharada de sésamo
  • 1 chorro de salsa de soja
  • 200 gramos de tofu normal (que no se deshaga)

Para servir

  • Sésamo al gusto
  • La parte verde del puerro a tiras muy finas o cebollino
  • Cilantro (opcional)
  • Sriracha o chile al gusto (opcional)

Instrucciones

1.
El dia antes, disolver el miso con una cucharada de soja y dos de agua. Cortar el tofu en dados, mezclar bien con la marinada y dejar reposar en la nevera de un día para otro.
2.
Limpiar y cortar en rodajas gruesas la parte blanca del puerro. Pelar la cebolla y picarla gruesa. Dorarlos a fuego medio-bajo en una olla con un chorrito de aceite de oliva suave unos 8-10 minutos, removiendo de vez en cuando.
3.
Limpiar los champiñones con un paño seco y cortar y desechar un par de milímetros la base si están estropeados. Reservar 4 para decorar el plato y cortar el resto en cuartos: cuando la cebolla y el puerro estén casi listos, añadirlos a la olla y dar vueltas un par de minutos más.
4.
Añadir los cacahuetes, la cucharada de sésamo y unos 300 ml de caldo, lo suficiente para poder triturarlo todo con facilidad. Cuando setas, verduras y semillas estén totalmente procesados –o casi, no pasa nada si se notan algunos trocitos–, añadir el resto del caldo y llevar a ebullición.
5.
Poner los fideos, hervir durante el tiempo que corresponda según el tipo –los udon no necesitan más de 30 segundos, los de trigo finos un minuto y los de arroz unos tres– y retirar la olla del fuego.
6.
Añadir el tofu a la sopa y rectificar el punto de sal usando la marinada de miso: poner la mitad, probar y valorar si hace falta añadir más. Servir inmediatamente en boles con champiñón laminado crudo, sésamo y tiras finas de la parte verde del puerro o cebolleta y, si se quiere, cilantro y picante al gusto.

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