_
_
_
_
_

Los ‘mac & cheese’ de Friends (Macarrones con queso)

Si tú también has soñado con compartir una comida de Acción de Gracias con los personajes de la serie Friends, estás de suerte: hoy te enseñamos a preparar los macarrones con queso de Monica.

Cremosos, tostados y crujientes
Cremosos, tostados y crujientesANA VEGA 'BISCAYENNE'

Hace ya la friolera de 20 años que se estrenó Friends —dios mío, qué viejuna me siento— pero las andanzas de Monica, Chandler, Rachel, Ross, Phoebe y Joey siguen despertando pasiones. Tú peinas canas, el canal donde se emitía ya no existe (en Canal +, antes de cenar y ¡descodificado!) y las aventuras de estos amigos neoyorkinos ahora se ven en streaming. El mundo ha cambiado mucho en dos décadas pero se sigue comiendo y se sigue viendo la tele, aunque sea en otra pantalla y en atracones de fin de semana.

Gracias a las reposiciones, a Netflix y al espíritu atemporal de sus tramas y personajes —aunque nos sonrojen ciertos estilismos de Rachel—, Friends sigue vivita y coleando. Entra directamente al olimpo de series comidistiles, ésas que dan ganas de comer y que honramos de vez en cuando con una receta dedicada, como las de House of Cards, Twin Peaks, Juego de Tronos o Verano Azul.

Friends es una serie eminentemente culinaria, y no sólo porque Monica Geller sea una de las cocineras más famosas de la ficción televisiva. Monica cocinaba mucho en pantalla, sobre todo banquetes pantagruélicos de Acción de Gracias, pero en todos y cada uno de los episodios de Friends aparece comida, ya sea casera (aunque sea equivocada, como el triffle de Rachel), pedida a domicilio (como las pizzas dobles de Joey) o de picoteo para acompañar los infinitos café tomados en el Central Perk.

La comida es tan importante en Friends que ya hay un libro dedicado a sus recetas: El de la comida de Friends. Editado gracias a un proyecto de crowdfunding, este recetario es obra de Valentina Morillo y Daniel López, seriéfilos cocinillas y autores de Del sofá a la cocina. La idea recaudó más de doce mil euros para plasmar en papel todos los platos que se engullen en algún momento dado de la serie. El sandwich de sobras de Acción de Gracias, la pizza de pepperoni, las galletas con chocolate de la abuela Nestley Toulouse (que en realidad eran éstas), la lasaña de Monica… 75 recetas perfectas para ambientar un atracón de Friends o montar la cena de Acción de Gracias que siempre deseaste, de tanto verlas por la tele.

Puestos a elegir, hemos decidido honrar un plato bastante sencillo pero clave en el desarrollo de la trama: los macaroni and cheese (mac & cheese para los amigos). Tal y como se ve en un flashback ochentero del episodio 'El de los días de Acción de Gracias' (5x08), Chandler odia la comida típica de ese día debido a sus traumas infantiles y Monica se ofrece rápidamente a prepararle unos macarrones. “—¿Te han gustado los macarrones? —Uy sí, deberías ser cocinera. —¡Vale!”. Así de fácilmente se decide la vocación laboral de Monica, que está coladita por Chandler desde su adolescencia.

Monica jovenzuela rallando cheddar para los 'mac & cheese'.
Monica jovenzuela rallando cheddar para los 'mac & cheese'.NETFLIX

En el capítulo posterior, El del unagi (6x17), volveremos a ver los macarrones con queso, esta vez con salchichas, como uno de los platos preferidos de Chandler. También es el favorito de muchos de los estadounidenses, un básico reconfortante y familiar como podrían ser nuestros macarrones con tomate y chorizo. Extrañamente, y aunque desde hace unos años todas las modas culinarias norteamericanas acaben adoptándose aquí, los macarrones con queso al estilo yanqui no han llegado a calar.

Son unos simples macarrones cocidos, servidos con crema de queso y a veces gratinados, de modo que el secreto está en la salsa. Una crema untuosa y engordante (qué le vamos a hacer) en la que el queso es la estrella. Aunque se suela asumir que es una receta italoamericana, en realidad los mac & cheese llegaron a América con los colonos británicos. Aunque existen tantas técnicas como cocineros, la base de la crema es una salsa Mornay, es decir, una bechamel con queso rallado, de manera que éste se funde con el calor. Así es como la vamos a hacer nosotros y como sale en El de la comida de Friends, aunque mi versión es diferente a la del libro.

Lo importante es usar un queso que os guste y que aporte el sabor que busquéis. Como decíamos en este post sobre queso fundido, lo mejor es utilizar dos quesos distintos: uno muy fundente y cremoso —como gruyère, emmental o gouda— y otro con más sabor como cheddar maduro, brie, manchego o parmesano. Si el segundo no es tierno, poned más proporción del primero y andando. Lo verdaderamente importante es que sea rallado a mano, porque los que se compran ya rallados tienen menos humedad y se suelen fundir en una balsa de grasa. Los macarrones es recomendable que sean huecos y cortos, nada de spaghetti o tallarines: coditos, que son los típicos usados en EEUU, o conchas o tiburones. Para que no nos quede un puré pastoso después de pasar los macarrones por el horno, cuécelos 2 minutos menos de lo que el paquete indique.

Aunque algunas versiones no gratinan los mac & cheese, yo creo que todo es susceptible de mejorar con un buen gratinado crujiente y tostado, de modo que doy instrucciones ara acabar el plato de este modo. Os doy libertad para cambiar unas hierbas por otras o para añadir picante o ajo en polvo.

Eso sí, que no se os caigan el suelo porque la regla de los 5 segundos de Joey Tribbiani no es válida del todo.

Dificultad: Menor que la de esperar 10 años para saber si Ross y Rachel acababan juntos o no.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 250 g de macarrones
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de harina
  • 240 ml de leche
  • 200 g de queso (yo puse gouda y cheddar)
  • 1/2 cucharadita de mostaza en polvo
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • Sal
  • Pimienta
  • Tomillo
  • Orégano

Instrucciones

1.
Precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
2.
Cocer los macarrones en abundante agua con sal un par de minutos menos que el tiempo indicado por el fabricante. Escurrir y reservar.
3.
Rallar el queso.
4.
Calentar en una sartén el aceite de oliva. Añadir la harina, mezclar bien y dejar que se tueste ligeramente sin llegar a coger color.
5.
Agregar la leche poco a poco, integrándola bien con la harina gracias a unas varilllas. Cocinar la bechamel a fuego lento hasta integrar toda la leche.
6.
Apartar la sartén del fuego y añadir cucharada a cucharada dos terceras partes del queso a la bechamel. Revolver hasta que se funda completamente antes de seguir echando más. Probar el punto de sal (el queso suele ser salado) y si hace falta, poner un poco. Agregar la mostaza en polvo y pimienta molida.
7.
Mezclar los macarrones cocidos con la salsa de queso y echar todo en una fuente resistente al calor.
8.
Mezclar el queso rallado sobrante con el pan rallado, pimienta molida y tomillo y orégano al gusto. Repartir sobre los macarrones.
9.
Meter la fuente en el horno y cocinar en la parte media del horno durante 10 minutos. Si pasado ese tiempo la superficie no está tostada, encender el grill y esperar a que coja color.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_