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Patata rellena de pollo asado

Un plato de aprovechamiento que juega con las sobras más habituales cuando asamos un pollo en casa: la pechuga y las patatas. Unos encurtidos y un poco de salsa rematan la jugada en este delicioso y adaptable plato.

El aprovechamiento mola
El aprovechamiento molaMÓNICA ESCUDERO

En uno de los dilemas más importantes de la vida, el que te hace escoger entre muslo o pechuga como parte favorita de las aves, yo soy claramente del primer equipo. “Eso es porque no sabes preparar la pechuga”, pensaréis algunos (mientras yo leo “isi is pirqui ni sibis pripirir li pichigui”). Pero no, es que la textura del muslo -concretamente, el contramuslo- me gusta mucho más que la de la otra pieza, además de que me parece mucho más versátil para todo tipo de preparaciones.

Total, que mis hijos han heredado mi patafilia y mi media mandarina no come animales, así que si preparo un pollo asado hay bastantes probabilidades de que queden restos de pechuga, que suelen acabar en ensaladas, bocatas, rellenos y muchos otros platos de esos que al día siguiente te alegran la comida casi sin hacer ni el huevo. Si no sois de ponerle un lecho de patatas al ave, os recomiendo envolver algunas en papel de aluminio y añadirlas a la bandeja del horno: hay mil maneras de darle salida a una patata asada, y así se aprovecha al máximo el uso del electrodoméstico.

Si no tenéis sobras de pollo -o no os gusta-, podéis rellenar las patatas con bonito, sardinas o anchoas en conserva, huevo duro, daditos de jamón o cualquier otra sobra que os dicte el sentido común. Podéis usar mayonesa, quark o yogur porque cualquiera de las tres cosas servirá para darle untuosidad al relleno, que es lo que buscamos. Si queréis ponerle más cantidad, adelante, pero con la que propongo en la receta queda bastante cremoso sin entrar en la gochez.

También podéis cambiar el pepinillo por los encurtidos que más os gusten, añadir alguna verdura picada -la manzana verde también podría irle muy bien-, perejil o cilantro o añadir trocitos de pimiento si os gusta. La cosa va de rellenar una patata asada con ingredientes ricos y que tengan sentido sin comerse demasiado el coco, que es una receta de aprovechamiento. Lo mismo digo de la lechuga de la base: la rúcula, la col china, unas judías verdes al dente o lombarda cortada muy fina servirán perfectamente como lecho en este plato.

Dificultad: Podrás hacerla aunque no estés en Mensa.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 4 patatas asadas o hervidas
  • Unos 250 g de restos de pollo asado, del caldo o guisado
  • 1 cebolleta o cebollino picado
  • Pepinillos en vinagre al gusto
  • 3 cucharadas generosas de mayonesa, yogur o quark
  • 1 cucharadita de mostaza
  • Unas hojas de lechuga
  • Tomatitos cherry o tomate
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre o limón
  • Pimienta al gusto
  • Sal

Instrucciones

1.
Cortar las patatas por la mitad y quitar parte de la carne con una cuchara, dejando lo justo para poder rellenarlas sin que se rompan. Aplastar que hemos sacado con un tenedor.
2.
Picar la cebolleta o el cebollino y los pepinillos. Mezclarlos con la patata, el pollo desmigado, la salsa o el yogur, la mostaza y sal y pimienta al gusto.
3.
Rellenar de nuevo las patatas y servirlas sobre unas hojas de lechuga y el tomate aliñados al gusto.

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