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Tarta de calabaza con sabayón de mascarpone

Tanto si celebras Halloween como el Día de Todos los Santos o, en México, el Día de Muertos, tienes que probar esta tarta, que te elevará a los cielos por su sabor y cremosidad.

Esto resucita a los muertos
Esto resucita a los muertosCLARA PÉREZ VILLALÓN

Aunque la temporada de la calabaza va de abril a noviembre, curiosamente siempre la relacionamos con los meses de otoño, quizás porque es una pieza fundamental de la decoración de Halloween. Aunque el día de muertos -como se dice en México- para nosotros siempre ha significado buñuelos y huesos de Santo, la tradición anglosajona se ha ido imponiendo poco a poco y en los últimos años cada vez celebramos más con estrafalarios disfraces y momentos "de miedo".

Tan válida en primavera como en verano u otoño, esta tarta de calabaza se aleja bastante de los tradicionales pumpkin pie, pues no he preparado para ella un puré a base de la hortaliza sino que la he utilizado como si de una fruta se tratara, para así terminar la tarta por encima habiéndola caramelizado previamente en la sartén. Entre una tarta de fruta con su crema debajo -un sabayón a partir de mascarpone, en este caso- y una tatin de toda la vida.

Volviendo al pumpkin pie lo curioso es que tradicionalmente en Estados Unidos y Canadá no se ha consumido en esta fiesta, sino en Acción de Gracias; ha sido siempre el postre estrella de estas reuniones familiares tan importantes al otro lado del charco y podemos remontarnos hasta 1621 donde se cocinaba la calabaza en leche y se mezclaba con azúcar, mantequilla, sal y almendras para después ser horneada.

La de hoy se aleja bastante de este clásico del que estamos hablando y está buenísima, pero es que la calabaza está buena en todo lo que se la ponga. La receta ha sido creación 100% de mi madre, que cuando le dije que tenía una hermosa calabaza con la que quería hacer una tarta se prestó para el i+D. Como el resultado ha sido tan delicioso, me he limitado a escribir en el ordenador todos los apuntes que ella me ha pasado a mano. En mi opinión, hay unos cuantos secretos para conseguir que esta tarta sea de 10: el primero es que la masa quebrada es casera (y se nota mogollón), el segundo es que el sabayón de queso mascarpone está aireado, no muy dulce y esponjoso, y el tercero es que la calabaza está simplemente ligeramente confitada con un ligero toque de cardamomo que le da una gracia especial sin dejar que el sabor de la misma se pierda. ¡Un acierto! Y para terminar por encima, un poco del almíbar de caramelizar la calabaza.

Dificultad: Es más fácil hacer esta tarta que resucitar como los zombis.

Ingredientes

Para 10 personas

Para la masa quebrada

  • 250 g de harina
  • 130 g de mantequilla
  • 50 ml de leche a temperatura ambiente
  • 5 g de sal
  • 15 g de azúcar
  • 1 yema de huevo

Para el sabayón de mascarpone

  • 250 ml de nata para montar
  • 100 g de azúcar glacé
  • 2 huevos
  • 250 g de mascarpone

Para la calabaza

  • 1 calabaza de 1,5 k
  • 300 g de agua
  • 250 g de azúcar moreno
  • 1 rama de canela
  • 3 cardamomos

Instrucciones

1.
Para cocinar la calabaza mezclamos en un cazo el agua con el azúcar moreno, la canela y el cardamomo y dejamos hervir durante 10 minutos.
2.
Introducimos la calabaza en el almíbar y hornear a 180ºC durante 25 minutos. Reservar.
3.
Para hacer la crema de mascarpone montar la nata con el azúcar glacé y reservar. Separar las claras de las yemas y montar las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Reservar.
4.
Blanquear las yemas con las varillas, hasta que suflen bien. Añadir entonces el mascarpone previamente batido con movimientos envolventes. Posteriormente añadir la nata montada y las claras a punto de nieve. Reservar en nevera.
5.
Para hacer la masa quebrada, cortar la mantequilla en dados y mezclarlos con la harina y la sal, frotando los trozos con la harina con las yemas de los dedos hasta conseguir unas migas gruesas. Añadir entonces la leche, la yema batida y el azúcar, amasar lo justo hasta formar una bola y dejar reposar 10 minutos bien tapada. Estirar entonces la masa levemente, filmar y dejar reposar otros 30 minutos en la nevera.
6.
Cuando queramos terminar la tarta estiramos con la ayuda de un rodillo nuestra masa, la colocamos en el molde de horno y la dejamos reposar de nuevo en la nevera 20 minutos.
7.
Pinchamos la masa con un tenedor por toda la superficie y la cubrimos con un papel de horno poniendo un poco de peso. Calentar el horno a 180ºC y hornear la masa durante unos 25 minutos hasta que esté dorada. Retirar el papel y dejamos enfriar.
8.
Para montar la tarta cubrir el fondo con el sabayón de mascarpone, con los trozos de calabaza por encima. Terminamos regando todo con un poco de almíbar de la propia calabaza.

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