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Albóndigas, manual de uso

Pueden ser de carne, de ave, de pescado o verduras; cocinadas fritas, asadas o en salsa, y acompañadas de patatas, pan, polenta o puré: el caso es comer siempre buenas albóndigas.

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AlbondiguízatePEP PRIOR

Las albóndigas son una de las comidas más deliciosas sobre la faz de la tierra, sobre esto no hay discusión posible. Si no te gustan las más clásicas, de carne de ternera y cerdo mezcladas -para conseguir una textura perfecta-, lo harán las de pescado, marisco o verdura. Si no te gustan fritas con salsa de yogur para mojar, lo harán bañadas en una salsa de curry verde, de almendras o de tomate, y así hasta agotar las variaciones casi infinitas que ofrece esta redonda preparación.

Que sean tiernas como la almohada de un angelito es una de las prioridades para los expertos en la materia. Para eso podemos usar desde la clásica miga de pan mojada en leche o en cualquier otro líquido que pueda aportar un extra de sabor, como caldo de carne, verduras o fumet. Mojar el pan en un caldo de pescado o marisco si se van a preparar albóndigas con sepia, uno de los platos de mar y montaña más populares, les dará un toque muy interesante a las mismas. Una opción sin gluten para conseguir unas albóndigas perfectamente blanditas es usar tofu machacado, como en las albóndigas chinas conocidas como “cabeza de león”.

También es importante que las albóndigas estén bien amalgamadas para que no se rompan o desmonten al cocinarlas o guisarlas en salsa. Para las que se hacen con proteína animal como base, es más fácil, ya que ésta hace una malla bastante resistente que además suele reforzarse añadiendo huevo a la masa. Pero las albóndigas veganas lo tienen bastante más complicado: consigue que amalgamen a la perfección picando bien todos los ingredientes del relleno, cocinando antes los que puedan soltar agua y añadiéndoles arroz hervido un poco pasado, pero muy bien escurrido.

Aunque aquí lo normal es que las tomemos al plato, acompañadas de patatas fritas en dados, arroz o simplemente con pan para mojar la salsa, en el mundo se comen de maneras muy diferentes. Por ejemplo, en Estados Unidos y en Brasil se comen con espaguetis (y en EEUU también en bocadillo). En la República Dominicana y Panamá añaden pan rallado a la masa, consiguiendo algo más parecido a lo que aquí conocemos como filete ruso, y en Turquía trabajan tantas variantes regionales que tienen más de 80 tipos diferentes.

En El Comidista hemos rendido culto a las albóndigas de todas las maneras que hemos podido (y las que nos quedan). Las hemos preparado sin fritanga y con diferentes salsas para acompañar y untar, en versión rápida para cagaprisas y de pollo, a la sartén y con la salsa aparte. En plan exótico las hemos llevado de viaje a Tailandia, metido en un pan de pita, bañado en salsa nogada y preparado una versión sueca que hará que no quiera volver a saber nada de las de Ikea, y si has dejado de comer animales, también tenemos albóndigas para ti. Porque todo el mundo debería tener acceso a este bocadito de felicidad boleada.

¿Cuál es tu receta de albóndigas favorita? Cuéntalo en los comentarios y alégrale el día a otro 'albóndigalieber'.

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