_
_
_
_
_

La gilda vegetariana

Una versión que prescinde de la clásica anchoa, y se viene arriba con ingredientes aptos para ovolacteovegetarianos como el queso, el aguacate o los huevos de codorniz, añadidos a la suculencia de los encurtidos.

La suculencia hecha aperitivo
La suculencia hecha aperitivoMIRIAM GARCÍA
Miriam García

Corren tiempos ligeramente vegetarianos o, al menos, en los que muchos intentan reducir su consumo de productos animales, ya sean de carne o de pescado y marisco, siguiendo una dieta flexitariana. En esta línea, ¿por qué no versionar la clásica gilda donostiarra para adaptarla a estas dietas? Nada más fácil, sustituimos la anchoa por otro alimento apto para vegetarianos y listo.

Podemos preparar las gildas bajo un prisma vegetariano estricto, sin atisbo de producto animal, u ovolactovegetarianas, usando algún tipo de huevo duro, que hace buen papel sustituyendo a la anchoa clásica, o también tacos de queso fresco a nuestro gusto. Si quieres una gilda vegana pon un taco de aguacate para completar el pincho. Para la transformación de la gilda clásica me he inspirado en esta receta, pero no hace falta ser ingeniero aeronáutico para quitar de en medio la anchoa y dar el cambiazo por otro ingrediente.

Dicen que la gilda clásica nació en San Sebastián en la época del estreno de la película Gilda y algún graciosillo vio cierto parecido entre ambas; no preguntéis cuál. La gilda genuina consta de buena anchoa en salazón del Cantábrico, aceitunas verdes y guindillas vascas verdes, piparras, encurtidas. Dicen los cánones que el tamaño debe ser tal que te permita degustarla de un bocado, por lo que tampoco vamos a volvernos locos ensartando una ristra de ingredientes. Vamos con ella.

Dificultad: ¿Sabes ensartar cosas en un pincho? Pues ya lo tienes.

Ingredientes

Para 4 gildas

  • 8 aceitunas verdes deshuesadas
  • 4 piparras (guindillas vascas verdes en vinagre)
  • 4 trozos de tomate seco en aceite
  • 4 huevitos de codorniz o 4 taquitos de queso fresco (si no eres vegetariano estricto)
  • 4 trozos de buen aguacate (opcional, si te gusta y caben en el pincho)
  • Un poco de aceite de oliva virgen

Instrucciones

1.
Poner los huevitos de codorniz en agua fría y llevar a ebullición. Cocer entre tres y cuatro minutos. Refrescar con agua fría y dejar enfriar; pelar con cuidado de no machucarlos y reservar.
2.
Escurrir bien las aceitunas y las guindillas de su líquido de encurtido. Quitar el rabito a las guindillas, pues se comerán de un bocado.
3.
Escurrir ligeramente también el tomate de su aceite de conserva.
4.
En último lugar y solo si lo pones, partir el aguacate por la mitad y pelarlo. Cortarlo en cubos pequeños cuyo tamaño cuadre bien con el pinchito.
5.
Ensartar los ingredientes por este orden: aceituna, piparra enroscada si es muy larga, huevo de codorniz o taco de queso fresco (si lo pones), tomate, aguacate (si lo pones) y segunda aceituna.
6.
Montar todas las gildas en el mismo orden que la anterior, regar con un hilo de aceite de oliva virgen y devorar sin anestesia.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Sobre la firma

Miriam García
Química y traductora de inglés de formación, gastrónoma por pasión desde el 2013. Divulgadora gastronómica y fotógrafa para marcas de alimentación o medios como El Comidista y 'Bon Viveur', profesora de cocina en la Escuela Alambique de Madrid, recetea en su blog 'El invitado de invierno' y en donde le lleve el viento, gastronómicamente hablando.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_