La crema de champiñones perfecta
Otoño es igual a setas, y pocos platos reconfortan más que una crema cuando empieza a hacer fresquillo. Saca el máximo partido a los champiñones con nuestra fórmula probada.
La crema de champiñones, que tiene algo de comida francesa viejuna, pertenece a esa estirpe de platos que pasaron de moda a los que les va tocando un revival. Hay muchos motivos para la reivindicación: reconforta como pocas, es más otoñal que una hoja amarilla y saca buen partido de una seta que, en su versión más habitual hoy en día -la de cultivo- no es precisamente una explosión de alegría. Así que saquemos por un momento a nuestro querido champignon de los revueltos, los salteados y los guisos para llevarlo al mundo de la cuchara.
Nuestra versión es perfecta -para nosotros- porque, respetando el suave sabor de este ingrediente, le da un empujoncillo con diversos trucos: saltear bien los champiñones para que se doren, reforzar el caldo con unas pocas setas secas, dar textura con pan muy tostado -truco del cocinero francés Michel Bras- o rematar la crema con un poco de tomillo fresco. Todos estos detalles marcan la diferencia, como podrás comprobar si ves el vídeo de arriba y después preparas la receta en casa.
Ingredientes
- 500 g de champiñones
- 20 g de shitakes o cualquier otra seta seca
- 2 dientes de ajo picados
- 1 litro de caldo de pollo o verduras (en su defecto, agua)
- 75 ml de nata líquida
- 1 rama de tomillo fresco (en su defecto, media cucharadita de seco)
- 50 ml de vino dulce, oloroso o brandy
- 70 g de pan tostado
- 1 cucharada de mantequilla o de aceite de oliva
- Hojitas de tomillo o cebollino picado
- Picatostes
- Crème fraîche (nata fresca o espesa)
- Sal
- Pimienta negra recién molida
Preparación
- Poner las setas secas en una cazuela al fuego con un litro de caldo de pollo o verduras y medio de agua (o litro y medio de agua). Tapar y dejar cocer a fuego suave mientras preparamos los champiñones.
- Cortar los champiñones en mitades o cuartos dependiendo de su tamaño.
- Calentar la mantequilla o el aceite en una sartén grande y rehogar a fuego vivo los champiñones hasta que se doren y hayan perdido su líquido. No se tienen que amontonar: si eso ocurre, mejor hacerlo por tandas.
- Añadir el ajo, salpimentar y rehogar un par de minutos más.
- Reservar unos pocos champiñones para usarlos después como guarnición. Mojar el resto con el vino dulce y dejar que reduzca.
- Incorporar los champiñones salteados y el pan tostado al caldo con las setas secas, y cocer 15 minutos.
- Triturar la sopa a conciencia. Añadir la nata y llevar a hervor. Si está demasiado espesa, añadir un poco de agua o caldo hasta conseguir la textura deseada.
- Incorporar la rama de tomillo, retirar del fuego, tapar y dejar que repose. Servir caliente con un chorrito de crema fresca, picatostes, los champiñones reservados y hojitas de tomillo o cebollino picado.
Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.
Comentar Normas
Lo más visto en El Comidista
- Este gallego vende los mejores huevos de España
- VídeoTortillas rápidas de patata: una catástrofe, dos 'meh' y un descubrimiento
- VídeoCómo hacer el mejor café con cafetera italiana
- Las mejores freidoras de aire: guía para comprar el electrodoméstico de moda
- Alcachofas a la judía
- VídeoCómo saber si es fresco y otras preguntas sobre el huevo
- Tarta salada de espárragos trigueros
- Pasta con sardinas, anchoas y ajo asado en sartén
- VídeoMenú para hoy: potaje de vigilia sin penitencias
- Todo lo que puedes hacer con una freidora de aire